
Mientras que cada vez más gente prefiere pasar una noche íntima, tranquila, exótica, viajera o solitaria, yo sigo saliendo de casa cada Nochevieja con la intención de pasar una velada frenética llena de baile, risas y ron (no me gusta el cava). Así que antes de empezar con el ritual de cada año quiero desearos que disfrutéis de la noche sea cual sea vuestra opción y aprovecho esta entrada para agrupar tres que tenía pensadas.
¿Creiáis que sólo os recomendaría canciones lentas, emotivas y melancólicas? La propuesta de hoy es Maimbe Dandá, de Daniela Mercury. Quien pinche el enlace y no sienta unos deseos irrefrenables de bailar está muerto por dentro. Porque para mí tan conmovedora es la pieza que me hace llorar que la que me hace bailar.
Otro vídeo musical que tenía ganas de mostraros es el del bailarín del Kafe Antzokia. Para quienes no seáis de Bilbao, os explico que el Antzoki es todo un emblema de la noche bilbaína. Es un café teatro que de día ofrece buena comida, al anochecer buenos conciertos y actividades y de madrugada música de prácticamente todos los estilos: desde reggae y hip-hop a Shakira pasando por rock vasco e incluso a veces cae una jota. Es un inmenso local que se abarrota todos los jueves, viernes y sábados.
Desde hace un tiempo cuenta con un nuevo reclamo: un hombre con aspecto de ser de Europa del este que baila de tal manera que todo el Antzoki termina mirándole absorto y aplaudíendole como si se tratara de los Rolling Stones. La mayoría se queda con que está zumbado y los más avispados intuyen que el Antzoki haya terminado pagándole para evitar perder ese animador inigualable. Sea como fuere, yo le envidio. Tiene que disfrutar, tan libre del qué dirán (o tan encantado), de una manera que el resto ni nos podemos imaginar.
Por último, como no me hacen gracia las postales navideñas y para mí esta noche debe estar llena de locura, os muestro una foto un tanto extraña (en comparación con su estilo habitual) de Javier Pedro Ferreras.