sábado, junio 27, 2009

Las viejas son el futuro


En su día me encantó el siguiente reportaje publicado en Diagonal y me quedé con ganas de traéroslo aquí. Aborda con perspectiva de género el edadismo, la discriminación a las personas mayores, que se traduce en que son tratadas como si fueran invisibles, inservibles, menores de edad, meros abuelitos y abuelitas dóciles e inofensivos... Desprecio, ninguneo o condescendencia. son los principales sentimientos que despiertan en esta dictadura de la juventud. Vemos las graves consecuencias que tiene esa tendencia, como que las mujeres viudas son uno de los colectivos que mayores índices de pobreza presentan en nuestras sociedades.

Pero lo interesante es que hay movimientos que están combatiendo esa situación en clave feminista, como Old Women Movement. Entre otras propuestas, hablan de reapropiarse de la palabra "vieja" para transformar la carga peyorativa en un arma de reivindicación política, como hacen, por ejemplo, los gays y lesbianas con los términos "bollera", "marica" o "queer".

El edadismo es una forma de sexismo, defienden. Os dejo con algunos fragmentos del reportaje:

El mundo está gobernado por hombres viejos pero las mujeres de la misma edad se ven completamente excluidas de la esfera pública, encerradas en un estereotipo que las reduce a sus roles en la familia. Del mismo modo que en los ‘60 y los ‘70 se deconstruyó la idea social de la mujer, hoy es necesario deconstruir los estereotipos que pesan sobre las viejas. “Hasta hace poco las mujeres sólo existíamos dentro de la familia, como madres o esposas. La esposa modélica de los años ‘50 era sumisa, dependiente e inofensiva. Con nosotras pasa lo mismo. Estamos reducidas a la figura de la abuela, aunque ni siquiera tengamos nietos”.

(...)

Aunque las protagonistas de las revoluciones feministas en los ‘60 y los ‘70 hoy están llegando a viejas, el edadismo nunca ha formado parte de las agendas feministas. Faltan modelos de referencia, espacios en los que compartir experiencias y diálogo intergeneracional. “Las mujeres llegamos a viejas sin saber nada sobre la invisibilidad y la exclusión con las que vamos a encontrarnos. Y lo peor: habiendo interiorizado todos los estereotipos sociales edadistas”. En opinión de Rich es crucial que las mujeres entiendan que, al aceptar los estereotipos sociales sobre las viejas, se tienden una trampa futura a sí mismas. “El poco poder que pueda obtener una mujer por ser joven lo pierde por cada año que envejece. La de 30 pierde poder por no tener 20, la de 40 por no tener 30, etc. El edadismo desempodera a todas las mujeres, cualquiera que sea su edad”.

En sus acciones, las Old Women Movement siempre acuden acompañadas de una gran muñeca con el rostro de la artista alemana Kathe Kollwitz y ataviadas con camisetas diseñadas por ellas mismas en las que se puede leer: “Las viejas somos vuestro futuro”. Un buen lema para empezar a mirarlas con ojos distintos.

sábado, junio 20, 2009

martes, junio 16, 2009

Felicidad sobre ruedas



Vi a Albert Casals en el fallido programa La Tribu. Le entrevistó Mercedes Milá. Aluciné en colores con su vitalidad, con su sonrisa constante, su mirada limpia... Bueno, estoy convencida de que el consumo de cannabis tenía bastante que ver con ello, pero no vamos a quitar romanticismo al tema. Para quienes no le conozcáis, es un chico de 18 años que lleva 3 recorriendo el mundo sólo, sin apenas dinero, en su silla de ruedas. La leucemia que superó de pequeño le ha servido para centrarse en ser feliz y en hacer felices a las personas que encuentra en su camino. Ha publicado un libro sobre sus aventuras, que se ha convertido en un best-seller.

Total, que me dejó boquiabierta, más que por sus hazañas, por él mismo, por todo lo que transmite, porque se le ve auténtico. Es una prueba más de lo que veo a mi alrededor, que las personas que han tenido una infancia más dura son las que ahora sonríen más a la vida y nos contagian al resto de alegría. En su día pensé en escribir sobre él pero no lo hice. Hoy leo en EL CORREO una entrevista, y os la recomiendo. A ver si se nos pega un poco.

Perdonadme que ande algo desaparecida. Terremoto laboral (para bien, seguro). Espero recuperar el ritmo pronto.