martes, octubre 17, 2006

Violencia machista, violencia sexista


Son dos nuevos términos que se emplean en los medios de comunicación del grupo Prisa (El País, Cuatro, la SER...) en sustitución de "violencia de género" y "violencia contra las mujeres". ¿Qué os parecen?

Yo utilizaba hasta ahora "violencia contra las mujeres" porque me parecía la más clara, concreta y justa con las víctimas. Más clara que "violencia de género", en la que el término "género" resulta de lo más abstracto. Más concreta que "violencia doméstica", que mete en el mismo saco toda la violencia cometida en el seno del hogar. Y más justa con las víctimas porque explicita el hecho de que han sido asesinadas por ser mujeres, porque esta sociedad patriarcal ha permitido que los hombres se sientan con el derecho de tratar a su pareja como una propiedad más.

En cambio, los términos "violencia machista" y "violencia sexista" son todavía más rotundos, y además son más breves -algo sumamente importante en el periodismo. Y prefiero machista que sexista porque sexista (no feminista, como pretende mucha gente) incluye también la discriminación a los hombres por ser hombre.

En conclusión, el término "violencia machista" es en mi opinión el que más se aleja de eufemismos cobardes, el que pone el dedo en la llaga y concreta el origen real de esta masacre de mujeres (62 muertes en 10 meses en un sólo país me parecen suficientes como para hablar de masacre): el machismo imperante en la sociedad.

miércoles, octubre 11, 2006

60 mujeres asesinadas en lo que va de año


Y las organizaciones feministas recuerdan que la cifra incluye a las que mueren en el acto y no las que mueren al de tiempo debido a las lesiones derivadas de las palizas. ¿Cuántas mujeres más tienen que ser asesinadas para que la sociedad se tome en serio el problema? ¿Para que la gente deje de tapar el problema hablando del asesinato de hombres a manos de sus mujeres o la violencia entre homosexuales? ¿Cuándo se va a comprender que el feminismo no es antónimo del machismo, ni un capricho de cuatro lesbianas amargadas, sino una respuesta a la terrible situación a la que se ve expuesta más del 50% de la población mundial?

Sí, ahora el problema sale por la tele. Sale por la tele como sale todo lo escabroso, con un tratamiento completamente sensacionalista. En los programas informativos que se suponen serios ocurren cosas como esta:

La mirada crítica lanzaba hoy el siguiente titular: "Un matrimonio muere en Castellón" ¿En un incendio? ¿En un accidente? ¿Tal vez les ha dado a los dos un ataque al corazón? ¿Acaso eran ancianos y han fallecido los dos mientras dormían? No. Se trataba de una mujer asesinada cuyo marido se suicidó tras matarla. ¿Qué titular es ese? En seguida pensé en la limitación que supone la brevedad propia de los titulares. No obstante, yo veo clara la situación: el drama es el asesinato, no que ese desgraciado se haya suicidado después. ¿Desde cuándo tiene la misma gravedad un asesinato que el suicidio de un asesino? Increíble.

martes, octubre 10, 2006

Cuotas para la tercera edad


Ayer trataban en La mirada crítica un tema curioso: un colectivo de personas de la tercera edad han reivindicado que, al igual que se ha empezado a hacer con las mujeres, se garantice la presencia de personas mayores de 65 años en los partidos políticos. Aportaban como argumento estadísticas aplastantes. La media de su presencia es de aproximadamente un 3% mientras que el colectivo constituye creo que casi un tercio de la población.

He estado siempre en contra de que haya presidentes del gobierno o de comunidades autónomas octogenarios. Veo igual de mal el caso de Fraga, que el de Fidel Castro o el de los Papas. Dudo, no de su capacidad intelectual, pero sí de que estén en pleno uso de sus capacidades mentales. En el libro "Por qué no me enseñaste como se vive sin ti. Diario de un corresponsal de TVE en La Habana", el autor, muy alejado del anticastrismo de Miami, aseguraba que el mandatario tenía patinazos cada vez más frecuentes en sus discursos, parecía perder el hilo del discurso o acusaba pérdidas de memoria.

Por el contrario, sí que valoro la experiencia y la sabiduría que los años aportan a las personas ancianas, por lo que veo interesante su presencia en los partidos como asesores.
En el programa de televisión mencionado, un tertuliano comparó de manera catastrófica la paridad con las demandas de este colectivo. Lo que yo hubiera contestado lo explicó a la perfección otra tertuliana: las mujeres no son un colectivo, son más de la mitad de la población mundial, y son la mitad de los colectivos, incluido el de ancianos.

No entiendo (lo entiendo, es una forma de hablar) cómo molesta tanto a los hombres que un gobierno atienda por fin a las demandas de igualdad. Son constantes los intentos de atacar estas iniciativas o eclipsarlas. Ese tertuliano no se calló tampoco otra burrada: que el panorama político se volvería absurdo si todos los colectivos hicieran las mismas reivindicaciones que los hombres.

domingo, octubre 08, 2006

Anna Politkovskaya


Nada más y nada menos que en Rusia, que pertenece a esa Europa prepotente que osa a dar lecciones al mundo de democracia y derechos humanos, unos asesinos profesionales han matado a Anna Politkovskaya. Pensaron que sólo así podrían callar su voz crítica. Qué ilusos. No hay pistola que pueda hacer desaparecer ni sus libros ni el poso que sus palabras han dejado en nuestras conciencias.

Me vino a la cabeza al enterarme de la noticia una canción de Pablo Milanés, que todos los periodistas, como hacía ella, deberíamos aplicarnos:

Pobre del cantor que en nuestros días
no arriesgue su cuerda por no arriesgar su vida

viernes, octubre 06, 2006

Ya no compro acciones

Ayer, en otro blog, me tomaron el pelo por defender dos veces en poco tiempo a Cuatro. "Tú no me engañas: o tienes acciones en Cuatro o eres pariente de Gabilondo", me decían. Pues esta vez me toca ponerles a parir.

El miércoles encendí expectante la televisión segura de que el nuevo programa de las mañanas iba a romper con los típicos magazines que tanto aburren ya. Pues de eso nada: Las mañanas de Cuatro es un calco del programa de Ana Rosa Quintana. Bloque de corazón, bloque de crónica negra y bloque de política. Ni un ápice de novedad ni en los temas, ni en los colaboradores ni siquiera en el decorado.

Por no hablar de Gonzalo Miró, el colaborador estrella. Un profesor de la uni me llamaba la mujer de hielo por lo inexpresiva que soy hablando. Si hubiera visto a Miró en acción yo le hubiera parecido hasta histriónica.
Pues eso, que ahora sí que no les compro acciones.