miércoles, enero 31, 2007

Tomates


Son los pies, como ya sabréis todos y todas, del presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz descalzándose en una mezquita turca. Boris Izaguirre, en su línea, se puso a gritar que cómo el presidente de la explotación mundial, se atrevía a llevar rotos los calcetines fabricados por millones de niños explotados. Me encantan esos puntazos contestatarios que le dan a Boris entre tanto discurso elitista. Yo más bien pensé: ¿Es que el presidente del Banco Mundial es tan cutre que no gasta ni en calcetines? Esperanza Agirre no llega a fin de mes y a este ni siquiera le da para calcetines, pobrecitos. Y leo en El País que Ronald Rumsfeld se peinó a salivazos. Una constatación más de que el dinero y el poder no sólo no dan la elegancia sino que estamos rodeados de una clase poderosa impresentable tanto en lo político como en lo estético.

3 comentarios:

Cristina dijo...

Sólo puedo decir: ¡qué fuerte!

Anónimo dijo...

Pocas personas son más repugnantes que esta.
Pal Wolfowizt es una de las personas que más asco me dan del planeta. Este es uno de esos "peces gordos" en los que deberiamos pensar cuando hablamos de lo mal que está el planeta en todos los sentidos.
De vicesecretario de defensa de EE.UU. al Banco Mundial...muy significativo de como funciona todo. Perteneciente al ala más conservadora, los llamados alcones neocons de washintong.
Lo del peine fue este tipo June. Lo digo porque eso se ve al principio del documental Farenheit 9/11 y se trata de nuestro Paul. Chupa el peine para peinarse e incluso le echa saliva su pelota-colaborador en una escena que da arcadas, propia de un tipo que da arcadas...
Salud!

June Fernández dijo...

No lo sabía. En El País decían que lo del salivazo había sido Cheney, aunque igual es que lo han hecho ambos. Da arcadas, sí.