sábado, enero 20, 2007

Sapos


Los que echan algunos dirigentes del PP por la boquita. Si ayer publicaba las frases de Aznar acusando a las élites intelectuales de ser "condescendientes con los terroristas" y hablando del carácter cristiano que define a Europa, hoy El País da a conocer dos artículos escritos por Rajoy en los ochenta en los que defiende la inexorable desigualdad biológica, social y política del ser humano.

La joya que más me ha gustado es la siguiente: "¿Por qué, mediante la imposición progresiva, se hace pagar a unos hasta un porcentaje diez veces superior al de otros por la misma cantidad de ingresos? Para penalizar la superior capacidad, o sea, para satisfacer la envidia igualitaria". Supongo que a eso se debe el rictus de amargura permanente que le acompaña. Siempre hay alguien más listo, más rico y más poderoso y eso a él, que no se caracteriza por los triunfos políticos, le debe reconcomer. En cuanto más se tiene más se quiere. Puede que por eso a él le amargue la envidia de la que habla y yo, sin un duro, no me sienta mínimamente atraída por la vida de los millonarios.

El País publica esto, según explica, por las palabras del secretario general del PP exclamando que se debería exigir algo más que ser español y tener más de dieciocho años para poder ser presidente. El periódico define eso como "aristocracia" (el gobierno de los mejores). ¿Ahora nos sorprenden esas ideas tan poco democráticas? A veces

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que dificil me lo pones hoy, cada vez se me hace más dificil hacer que te replantees tus propios textos...
¿Que tal si para votar se hiciera un examen previo?
Asi de golpe no suena nada democrático tampoco, pero por el bien de la sociedad a lo mejor es preferible que sólo voten los que realmente están capacitados para ello.
Está claro que las urnas no dan el poder al más listo de los españoles (me niego a creer que aznar o ZP lo sean), quizá lo que está mal es quién acude a las urnas...
¿Te pica?
Un besito, y a debatir, que es lunes y hay que empezar fuerte la semana.

Anónimo dijo...

Uhm, me parece peligroso debatir eso. Algo así ocurrió cuando se aprobó el voto femenino: la izquierda se oponía porque las mujeres eran más religiosas por lo que tenderían a votar a la derecha. Yo estoy convencida de que las bases del PP son en general gente menos culta y más rural, como ocurre aquí con el PNV. Pero aún así prefiero creer en la democracia. Porque el examen ¿qué evaluaría? ¿La inteligencia, la cultura general, los valores? Muy complicado. Y me parece que bastante se discrimina como para recuperar una forma de discriminación más. Además, cualquier persona tiene derecho a decidir quien le manda.

En cuanto a si los mandatarios son los mejores, en un libro que recomendé aquí, Un hombre de palabra, la autora plantea una cuestión muy interesante: la gente que vale para mandar, para tener poder, esa gente con carisma de verdad, no necesita sentirse poderosa. Las personas que tienen ese afán de mandar y de ser poderosas, como los políticos, no pertencen a esa clase de gente. Puede ser.

Anónimo dijo...

Por cierto, os aconsejo que leáis el siguiente artículo (http://www.elpais.com/articulo/opinion/necesita/ser/presidente/elpporopi/20070122elpepiopi_5/Tes) en el que Antonio Estella, profesor de la universidad Carlos III, se plantea si Rajoy tiene ese algo más que considera necesario que tenga quien aspira a ser presidente. La respuesta, por supuesto, es que no.

Anónimo dijo...

"Además, cualquier persona tiene derecho a decidir quien le manda."
¿Sólo desde los 18 años?

Mi exámen sería mucho más sencillo. Simplemente preguntaría cosas como si el partido al que voy a votar tiene tendencias de derechas o de izquierdas, o más fácil aún, como en los pasatiempos, una columna con iniciativas que los partidos han propuesto en sus programas y otra con las siglas de los partidos, al más puro estilo "unir los puntos".
Más que nada por evitar a toda la gente que vota como siempre "por costumbre".
Es una idea, que esperaba que suscitase más comentarios :p
Besines!

Anónimo dijo...

Con Maite de exámenes y Cristina estresada, poca gente queda a parte de tú y yo. No sé qué decirte; no lo veo. Además, creo que el problema es más quién se presenta que quién vota. Las listas son cerradas y a menudo he oído que los políticos son una clase bastante cerrada, que no creas que es tan fácil llegar a ser alguien de la nada dentro de un partido. Además, como te decía antes, la gente que se decide a meterse en un partido y tiene esa ambición de mandar es un tipo de persona muy peculiar. O sea que el problema tal vez esté en la propia idiosincrasia de la clase política.

Anónimo dijo...

Vaya, pues otra entrada en la que no puedo mas que darte la razon.
Increible la desfachatez de Rajoy y aunque algunos no se lo crean yo tampoco anhelo la vida de los ricos. Nunca juego a la loteria por ejemplo por no es eso lo que quiero ser.
Respecto a ese pequeño debate, yo tambien he pensado a veces que no es justo que todos los votos valgan lo mismo porque hay gente que no tienen ningun criterio ni trata de informarse sino que sólo se guian por simpatias en base a la apariencia, color del pelo del politico...
Lo que pasa es que pienso que precisamente ese es el tipo de sistema que quieren porque si existiera un electorado consiciente nadie tragaria con esto.
Las votaciones son la forma que tienen pues de legitimar sus abominables actos.
Salud!

Anónimo dijo...

No sé, acabo de caer en la cuenta de que en la uni, por ejemplo, tienen más valor los votos de los catedráticos, luego los de los doctores, etc. Nunca me ha parecido demasiado justo. Ya digo que sería complicado determinar quién está preparado y quien no. Lo del pasatiempo no me acaba de convencer. Lo que sí se podría hacer es algún tipo de campaña cívica. Por ejemplo, hacer un pasatiempo como el que propone Txus por la calle y igual los que suspendan se animan a informarse antes de votar.