jueves, septiembre 06, 2007

¿Periodistas, políticos, intelectuales o ciudadanos?


Las tertulias de contenidos políticos y sociales me parecen una de las maneras más entretenidas de conocer la actualidad, y conocer diferentes formas de verla para formar una opinión propia. Lo malo es que la mayoría de programas los protagonizan periodistas que defienden al PP a ultranza y critican con saña toda iniciativa gubernamental, contra los articulistas que parecen dedicarse a hacer propaganda del ejecutivo de Zapatero. No recuerdo que en ninguna cadena de televisión nacional (en Euskadi es diferente porque están los partidos nacionalistas) se haya dado voz a una tendencia política que no sea cercana al PP o al PSOE. Además, sorprende que estos tertulianos sepan tanto de economía, de política internacional sobre cualquier país, de sanidad o de leyes.

La segunda opción es llevar a un representante de cada partido político. Esto tiene sentido sólo cuando se huya del bipartidismo, claro. A mí es la opción que menos me interesa. Suelen ser debates poco o nada frescos, en los que te sabes de antemano todas las proclamas y lemas que van a soltar.

Última opción: por la que se ha optado en el programa de ETB2 Pásalo. Una serie de ciudadanos de diversas profesiones (hostelera, actriz, profesor de gimnasia, ginecólogo...) lo mismo opinan sobre la crisis de la anchoa que sobre Darfur. La gran baza es la que les falta a los políticos: son muy espontáneos y nada sectarios. Cada uno deja clara su ideología, pero ésta no siempre se ciñe a la perfección al ideario de un partido. Lo malo es que es más que cuestionable que estos ciudadanos sepan tanto sobre todo.

Hace tiempo leí una columna del director de cine Borja Cobeaga en El País en el que relataba que, invitado a una tertulia, le preguntaron qué opinaba sobre algo (no recuerdo qué, pongamos que era sobre el aborto). Se dio cuenta de que no tenía una opinión formada al respecto, así que dijo que no sabía. Fue, asegura, toda una conmoción.

Hoy leo una entrevista a Julia Otero de la que me ha llamado la atención el siguiente párrafo:

P. Ha anunciado, con un poco de sorna, que contará con intelectuales, no con periodistas.

R. No es sorna, lamentablemente es lo que pienso. El periodista erigido en tertuliano que sabe de todo a cualquier hora no me parece lo más ejemplarizante. Prefiero gente muy buena en su disciplina, y que por eso no tenga prejuicios en reconocer que hay cosas que no sabe. Los más tontos son los que siempre lo saben todo.


¿Qué os parece? ¿Qué fórmula os gusta más?

6 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Reconozco que me gustan las tertulias, que las oigo cuando puedo con agrado. Sin embargo, es verdad que tienen dos problemas que tú has enunciado:
a) El bipartidismo. Sólo en casos excepcionales se invita a tertulianos que no sean altavoces de los dos grandes partidos.
b) Es posible tener opinión sobre casi todo, pero pontificar como hacen la mayoría sobre cualquier tema es imposible.

Quizá Julia Otero, a la que admiro, tenga razón, es mejor especialistas. O por lo menos un especialista de cada tema que se toque con periodistas, una especie de tertulia mixta. De hecho ya se hace en algunos sitios. En la Ser, lo han hecho en alguna ocasión.

SAlud y REpública

JLuis dijo...

Opino igual. Progresivamente me he ido descolgando de las tertulias de la radio, precisamente por esa cualidad de quienes intervienen de saber de to y mucho.

A día de hoy me declaro incapaz de saber si quien habla o replica lo hace porque tenga una opinión formada o porque le va el sobresueldo en ello. No pocas veces hablan por hablar, aunque lo hagan muy bien.

Y no discuto la valía de muchos de ellos y ellas, pero creo que ni se puede saber de todo, ni el sentido crítico abarca todos los temas.

Y precisamente ahora la nueva programación de RNE ha adelantado la intervención de los tertulianos a la franja horaria en que no tengo otra emisora a mano.

En fin. Un abrazote.

n. dijo...

Yo también he sido oyente habitual de tertulias, pero ahora mismo me parece que están demasiado politizadas. Parece que cada cadena contrata a los periodistas más por su ideología que por su conocimiento, y a veces es desesperante oir tertulias en la SER o en Telemadrid en las que la gente se quita la palabra para darse la razón. Como mucho contratan a un periodista de signo contrario, y la cosa se convierte en un pim-pam-pum que tampoco aporta demasiado. Con respecto a las tertulias de políticos, no parecen más que un cruce de consignas, así que habrá que probar lo de las tertulias de "intelectuales" aunque sea un término que tampoco me despierte demasiada confianza.

Saludos

Anónimo dijo...

¡Qué bien! Otro sindrogámico o sindrogámica por estos lares... Gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

El problema es que hay cosas que no se pueden hacer en debates políticos.
Hace uhnos años había un programa-debate en la primera, los sábados de madrugada (ya se que la mayoría estabais de fiesta, pero también existía el video) en el que se invitaba a "expertos" y los separaban en dos grupos.
Jamás me he reido más que el día que se discutía sobre fenomenos paranormales y los expertos eran astrónomos contra astrólogos...
El mayor problema de este tipo de programas es que no van a vender. La opinión de un experto suele traer consigo pruebas y números que son muchísimo menos entretenidas que la esteban (por ejemplo, que hay miles de millones) haciendo el payaso.
Estos días estan dando por las mañanas en la sexta un programa en el que se analizan casos complicados resueltos por la policia, en el que además de contar lo que paso se repiten las pruebas que llevaron a la policia a resolver el caso, hablan científicos e intelectuales, pero no se por que me da la impresión de que tiene menos espectadores que la anarosa, o cualquier otro programa mañanil que se habla de casos parecidos pero dandoles un toque más escabroso...
La tele da lo que la sociedad demanda, así que (en conjunto) tenemos la tele que nos merecemos.

Anónimo dijo...

Coincido con Julia Otero. Es imposible poder opinar con criterio de todos los temas.

un beso