martes, mayo 15, 2007

Si Iciar Bollaín fuera alcaldesa de Madrid


Las elecciones municipales han dado pie a iniciativas curiosas y bonitas por parte de los diferentes periódicos, aterrorizados de aburrir con tantas páginas dedicadas a la campaña. El Correo ha puesto en marcha blogs para los distintos candidatos, y ha elaborado un cuestionario de preguntas sobre bilbainismo y vizcainismo al que someterá un tras uno a los principales candidatos al Ayuntamiento de la capital y a los de la Diputación foral, nos cuenta la periodista Lucía Martínez.

El País, por su parte, destaca con tres iniciativas: entrevistas a nuevos votantes; la posibilidad de que los lectores hagan una pregunta insidiosa a un candidato, y hacer escribir a un personaje famoso sobre qué haría si fuera alcalde de su ciudad. Hoy ésta última ha sido la cineasta, directora de películas tan maravillosas como Te doy mis ojos, Iciar Bollaín, cuya respuesta me ha enternecido y creo que los madrileños que leáis ésto os sentiréis identificados. La foto la firma G. Lejarcegi.

Los coches, por turnos

Lo primero que me viene a la cabeza cuando pienso en Madrid es lo inhóspito que se ha vuelto. Y lo dice una gata de tercera generación; nací aquí, siempre he vivido aquí y siempre me ha gustado. Pero hay que reconocerlo, entre unos y otros han conseguido hacer de esta ciudad un erial, un lugar agresivo y poco amigable donde la gente salta por menos de nada. Se nos ha agriado el carácter a los madrileños, antes abierto y conversador.

Son muchos los problemas de Madrid: su desmesura, sus ruidos, sus obras y, sobre todo, el tráfico. Un día encontré a mi hijo jugando en la alfombra del salón con sus cochecitos. Había formado un monumental atasco con ellos y pitaba e insultaba haciendo distintas voces para darle ambiente. El segundo, que heredó los coches, pasa las horas aparcándolos por todos los rincones de su cuarto... Así que como no voy a ser nunca alcaldesa, salvo por un rato imaginario, y no tengo que agradar a ningún elector para que me reelija, ahí van algunas propuestas para devolver a Madrid la tranquilidad y la cordialidad perdidas.

La primera, la reducción drástica de coches. Mediante el sistema que sea, el del peaje por el centro como en Londres, el de los coches pares o impares por turnos, o el de premiar su uso colectivo, el caso es reducir el tráfico a la mitad.

Siguiendo por ese camino de recuperar espacios perdidos, también los de decisión. ¿Por qué casi nunca están de acuerdo los vecinos con las obras que se efectúan en sus barrios? ¿Por qué, aunque se organicen, rara vez consiguen para sus plazas y calles lo que desean? Porque casi nunca se les escucha. ¿Por qué no tener un sistema de elecciones mucho más participativo? ¿Por qué no pueden votarse los ciudadanos entre sí como representantes, y discutir y decidir lo que quieren para su ciudad? Que voten pues, que decidan y que su voto sea vinculante para los que gobiernan.

Una propuesta más: la capitalidad del reino, a subasta. ¿Quién la quiere? ¿Bilbao, Sevilla, Barcelona, Teruel? Para ellos. Para ellos los ministerios, las embajadas, los burócratas, las banderolas, las visitas oficiales... Seguro que se pierde un pico de los Presupuestos y muchos otros beneficios que desconozco, pero como mínimo ganaríamos en tranquilidad, porque ¿cuántas manifestaciones nos chupamos los madrileños por ser la capital? Ese honor, para el mejor postor, y Madrid recuperaría su espíritu de pueblón manchego que en el fondo siempre ha sido.

Madrid verde, sostenible, amigable y cordial. He ahí la obra emblemática que ningún alcalde parece perseguir, y eso que como aparecía en este diario hace unos días, está entre sus posibilidades. Y por si algún regidor futuro viene a reventarme el plan, le tomo una idea al ex alcalde Álvarez del Manzano, que nunca llevó a cabo, de construir en las afueras de la ciudad un manifestódromo, para que los quisieran protestar se despacharan a gusto sin molestar. Yo cedería gratis un trozo de páramo castellano pero para construir un alcaldódromo, a donde enviar a los alcaldes con tentaciones de obras faraónicas a esparcirse, a tunelar sin descanso, a abrir y cerrar agujeros sin freno, a alicatar plazas y jardines, a colocar bustos, estatuas, banderas y pirindolos con frenesí, lejos de nuestro espléndido Madrid donde los niños ya no jugarían a los atascos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jaja, me hizo mucha gracia lo de el niño jugando a "los atascos".

y si, es verdad que Madrid se está conviertiendo en una ciudad alocada, estresada y frenética. no hay más que darse un paseo en el transporte público para ver esto. Y es algo que acabamos haciendo todos. La masificacion también es evidente. yo creo que es un porblema de mala, o nula, planificacion. el urbanismo de Madrid es alocado y responde sólo a la búsqueda de rápidos beneficios. Somos cada vez más y cada vez vivimos mas lejos y tenemos que coger el coche para ir a trabajar (aunque aún no sea mi caso). cuando me levanto una mañana para ia trabajar te encuentras con vagones repeltos de gente dormida llendo a trabajar como almas en pena.

Respecto a las soluciones propuestas no me gusta la reduccion de cochers cuando se hace con cosas como los coches pares o impares por turnos porque al final los que tienen varios coches acaban teniendo mas derechos.
creo que la respuesta, si se quiere eficaz, deberia ser mucho más de raiz.

Lo de estar en desacuerdo con las obras de nuestros barrios me suena mucho con motivo de la reciente modelacion de la plazade la Prosperidad. Hemos protestado muchisimo pero al final no nos han hecho ni caso.

lo de la capital es que me da mucho igual que la tenga madrid o barbate pero me parece una estupidez lo que dice Iciar de decir que sin tantas manifestaciones ivamos a vivir más tranquilos.
Salud!

Masculino Plural dijo...

OLE POR LAS OBRAS DE INFRAESTRUCTURAS QUE SE PUEDAN HACER EN CUALQUIER LUGAR: SÍMBOLO DE DESARROLLO. AQUÍ EN SEVILLA, LLEVAMOS AÑOS PARA CONSEGUIR HACER LA PRIMERA LÍNEA DE METRO. ¿HAY ALGUIEN QUE NOS HAGA UNA PROPUESTA DE FUTURO MÁS PROMETEDORA SIN ENGAÑARNOS?

JM Y JC