Dantzari eguna

Hoy hemos celebrado un año más el Dantzari Eguna de Bizkaia, el día de las y los bailarines de danzas vascas. Es siempre un día precioso: los dantzaris de todos los grupos de Bizkaia bailan a la vez en un campo de fútbol los bailes más típicos y característicos de las tres provincias vascas. La fiesta sigue por la tarde con una romería. Cada día me apasiona más el folklore y espero contagiaros un poquito de mi entusiasmo con ésta, intentaré que breve, entrada. Éstos bailes (las fotos son del dantzari eguna 2006 en Mungia) muestran a mi parecer la increíble riqueza de la cultura popular, un patrimonio excepcional que no podemos permitir que se pierda:



Este es uno de los bailes más curiosos, Kaixarranka. Tradicional de Leketio -como indica la ropa de mahón y los remos- el dantzari baila una jota sobre la caja golpeándola lo máximo, para calvario de los que la sujetan.



En Elciego, baile tradicional de ésa localidad de rioja alavesa, las chicas bailan con unas curiosas faldas estilo estampado sofá de casa de la abuela, y un chico las dirige con un traje realmente ridículo. Se baila a ritmo de dulzainas y con castañuelas, es bastante largo, pero original y su jota es muy genuína.



Dantzari Dantza, de Durango, es una secuencia de algunos de los bailes más famosos y que más cuadran con el estereotipo de los vascos. Los dantzaris levantan la pierna hasta arriba, luchan con espadas y palos, levantan en brazos a uno de ellos para simbolizar la muerte de un gudari (de la guerra civil, por si alguno piensa en connotaciones absurdas) y el de la foto es Agintariena, una especie de marcha marcial al son del himno de Euskadi que abre Dantzari dantza, en la que se ondean ikurriñas, un excesivo patriotismo que no me gusta y por el que más de un intransigente nos ha abucheado fuera del País Vasco(intransigentes que luego llevan pegatinas de la bandera de España y el toro Osborne en el coche, en la camiseta y donde haga falta). Aún así, el colorido de la imagen me parece precioso.

La primera foto es de la jota y el arin-arin que cierran la jornada, en la que participamos todos de manera más informal.