martes, junio 26, 2007

El rabito de nube


Y para terminar el día con un mejor sabor de boca, os invito a escuchar y leer dos historias que tienen a un rabito de nube por protagonista. Silvio Rodríguez pide, en vez de un deseo, "un rabo de nube que se llevara lo feo (...). Un barredor de tristezas, un aguacero en venganza que cuando escampe parezca nuestra esperanza".

El subcomandante Marcos nos narra el cuento de un rabito de nube al que las nubes grandes despreciaban pero que consiguió dar vida a un desierto, y cuya hazaña recordaron las piedras durante años. Por cierto, os recomiendo su libro, Desde las montañas desde el sudeste mexicano, tanto para quienes queráis conocer más sobre su pensamiento, como sobre su personalidad, o si simplemente os apetece leer una serie de cuentos hermosos, enternecedores y comprometidos.

Son dos mensajes de humildad y esperanza que siempre vienen bien, y en estos tiempos más que nunca.



El cuento del rabito de la nube

Había una vez una nube que era muy chiquita y muy solita que andaba, lejos de las grandes nubes. Chiquita era, apenas un rabito de nube. Y cuando las grandes nubes se hacían lluvia para pintar de verde las montañas, volando llegaba la nubecita para ofrecer sus servicios, pero mucho la despreciaban porque era muy pequeña.

-Tú no aportas nada -le decían las grandes nubes-, eres muy chiquita.

Y mucho la burlaban, y entonces la nubecita se iba muy triste a otro lado para lloverse, pero a donde llegaba la hacían a un lado las grandes nubles. Y así se fue muy lejos la nubecita, hasta que llegó a un lugar muy seco, sin una ramita siquiera, y la nubecita le dijo a su espejo (porque resulta que la nubecita cargaba un su espejo para platicarse cuando estaba sola):

-Aquí está bueno para lloverse porque nadie viene.

Y entonces la nubecita empezó a hacer una gran esfuerzo para lloverse y por fin le salió una gotita. Entonces la nubecita se desvaneció y se transformó en gotita de lluvia. Poco a poco se fue cayendo la nubecita que ahora era ya una gotita de lluvia. Solita se iba cayendo y nada había abajo que la esperara. Y solita cayó por fin la gotita. Como mucho silencio había en ese desierto, mucho ruido hizo la gotita cuando cayó encima de una piedra. Y entonces se despertó la tierra y preguntó:

-¿Qué es ese ruido?

-Fue una gota de lluvia que cayó -le respondió la piedra.

-¿Una gota de lluvia? Entonces va a llover. ¡Rápido! ¡Prepárense porque va a llover! -le avisó a las plantas que estaban escondidas del sol bajo la tierra.

Y las plantas se despertaron rápido y se asomaron, y por un momento todo ese desierto se cubrió de verde, y entonces las grandes nubes desde lejos lo miraron tanto verde y dijeron:

-Allá hay mucho verde, vamos a llovernos en aquel lugar que no sabíamos que estaba verde.

Y se fueron a lloverse en ese lugar que antes era un desierto, y mucho llovió y las plantas crecieron y todo quedó verde de una vez.

-Suerte que existimos nosotras -dijeron las grandes nubes-, porque sin nosotras no hay verde.

Y nadie se acordó en ese momento del rabito de nube que se hizo gotita y que con su ruido despertó a los dormidos.

Nadie se acordó, pero la piedra sí guardó el recuerdo de la gotita de lluvia. Pasó el tiempo y se desvanecieron las grandes nubes primeras y murieron las primeras plantas. Y a las nuevas plantas que nacieron y a las nuevas nubes que llegaron la piedra que no muere nunca les contó la historia del rabito de nube que se hizo gotita de lluvia.

3 comentarios:

Álvaro dijo...

June, o no actualizas o pones tres entradas de golpe... jajaja

La historia de la nube me ha encantado. Esta vez no puedo discutir contigo...jeje

Un saludo

Itsaso dijo...

Pues si mejor digamos hasta los ovarios. Hoy es mi último día en el curro, ya sabes en verano prefieren a los becarios, es asi de triste pero cierto, salen más baratos. Y donde nos enteramos que los puestos que supuestamente ibamos a cubrir nosotros han sacado otro tipo de beca para gente sin experiencia.

Así a donde vamos?

Anónimo dijo...

vaya, pues muy bonita la historia del rabito de nube. por fin la conozco. Y veo su moraleja.

Es un canto contra el desánimo muy bonito.

y la cancion no está mal pero me gustan más las letras de Silvio que su musica.
Por cierto, no sabía que el público de este fuera tan chillón...si parecen fans de Bisbal, madre mia...jaja

Salud!