miércoles, diciembre 30, 2009

¡A bailar!


Como era de esperar, una de las cosas que más disfruté en mi breve estancia en Colombia fue la música (y la danza, claro). Teniendo como únicos referentes a Shakira, Juanes, Carlos Vives y el reggaeton, fue una gozada descubrir nuevos ritmos y sonidos. Como en todo, la diversidad musical de ese país es apabullante. En los taxis y autobuses sí que predominan la cumbia, el vallenato y el reggaeton, pero tuvimos ocasión de conocer otros géneros que me fascinaron. Además, lo bueno de la música es que te la puedes llevar a tu casa. Me compré tres discos y los escucho día y noche.

Empecemos por La Revuelta, un joven grupo de fusión que tuvimos el placer de ver en concierto (en la foto) en la imprescindible sala Quiebracanto, situada en el bohemio barrio de La Candelaria, en Bogotá. La Revuelta fusiona de una forma muy fresca la música del Pacífico colombiano, cuyas raíces son en gran medida africanas. La base es una clase específica de marimba; la marimba de chonta: se le añade mucha percusión africana, dos voces potentes de mujer, mezcla de letras tradicionales y de denuncia, el esquema este del coro repitiendo una frase (no sé cómo se llama), clarinete y bajo, y el resultado es espectacular. El disco suena genial, pero 30 mujeres periodistas bailando juntas en directo fue inolvidable.


Al día siguiente las organizadoras del encuentro nos prepararon otro concierto, y esta vez privado, de música de la otra costa, la Caribe. En este caso, los tres elementos fundamentales son los grandes tambores, unos instrumentos de viento llamados gaitas (nada que ver con las gallegas) y la peculiar forma de cantar de los gaiteros. Catársis total. Os pongo un vídeo de Los Gaiteros de San Jacinto, unos viejitos de ritmo endiablado que han sido premiados con un Grammy Latinos.


Mi tercera adquisición musical fue un disco de Totó La Momposina. Me guié por su sonoro nombre y por la recomendación de la dependienta, que la definió como la cantante más representativa del folklore colombiano, la cuál va recogiendo los diferentes ritmos y sonidos tradicionales de todo el territorio.


Me quedo con ganas de enseñaros una danza tradicional de La Guajira, diferente a lo que entendemos por bailes latinos. Se baila en pareja pero no agarrados ni pegaditos. Es una especie de cortejo, en el que el hombre ronda a la mujer mientras esta camina a pasitos pequeños, contoneándose. La gracia está, entre otras cosas, en que hay que mirarse a los ojos todo el rato, lo cuál despertaba al menos en mí más pudor que el reggaeton más salvaje. Bueno, me he pasado, pero es todo un reto. Una compañera de los Encuentros, natural de La Guajira, y uno de los músicos nos hicieron una demostración, y me encantó. Si alguien conoce el baile y nos puede pasar su nombre o un vídeo, le estaré muy agradecida.

¡Empecemos el Año Nuevo al son de los tambores!

5 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Me alegro de las huellas que Colombia te han dejado, seguro que irán contigo siempre.

Mis mejores deseos para 2010.

Salud y República

entrenomadas dijo...

June, que usted lo baile bien.
Te deseo lo mejor en este año 2010 que empieza.

Besotes,

Marta

Ander dijo...

Bah, donde esté la ezpatadantza...

En la primera foto, ¿tú eres la negra?

Disfruta del buen ambiente (Giro-ona) y entra bailoteando en el año nuevo, June.

¡Bailarrrrr, bailarrrr!

Maite dijo...

Gai honen inguruan sarrera bat idaztekotan geratu nintzen, baina badakizu malkedada bat naizela. Musikak ez ezik, ni dantzak harritu ninduen, edo dantza egiteko moduak. Ohitura bat da, baina harremanak sortzeko, desioa pizteko modu bat ere bai... Argetinako ñera Lilianak esan zuen: "Tangoa, berez, oso dantza sexuala da, baina indarra orkatiletan dauka. Beraz, pentsa nolakoa den salsa, dantza horren indarra aldakan badago...".

June Fernández dijo...

Maite, badakizu nire bloga zure Kolobiako oroipenei irekia dagoela. Nahi duzunean, ziela. Eskerrik asko hemendik pasatzeagatik!

Ander, sabes que también disfruto la jota y el arin-arin (por cierto, hice un curso en el que nos enseñaron cómo se bailaba antes del cristianismo, muy calentito), pero envidio taaaanto a esta gente... Sin menospreciar a la negra, me pido a la cantante.

Igualmente, queridos Rafa y Marta.