viernes, enero 11, 2008

Para agotar el tema (si es posible)


Mujer A: Cobra 100 euros por servicio. Algunos meses le sale muy bien y otros apenas trabaja. Ahorra para pagar la deuda que contrajo al emigrar. Tiene que estar disponible las 24 horas del día, lo que le impide tener una vida social y afectiva plena. Cuando consigue echarse novio, éste sale corriendo cuando se entera de lo que hace o la acaba humillando más que los clientes (y gratis). A veces los clientes le insultan, le pegan, le violan, le mean encima o se corren en su boca sin avisar. Tiene miedo al sida, a la policía, a que le echen del piso por puta, a someterse a un nuevo aborto. Por la calle la gente le mira con altanería, sólo ven en ella una puta barata que afea la ciudad. Como no tiene papeles ni estudios, la única alternativa que le queda a la calle es limpiar, donde ganaría lo mismo en un mes que ahora en los mejores días. La perspectiva de estar encerrada en una casa día y noche por menos dinero y limpiando como una esclava se le hace más cuesta arriba que matar el rato en la acera y aguantar cuatro polvos rápidos. En realidad, es como elegir susto o muerte.

Mujer B: Cobra 450 euros al mes y tiene derecho a cama. No ahorra porque manda casi todo a su familia. La jefa no le regala ni un cruasán. Ayer, en un alarde de generosidad, le ofreció las sobras de la comida. Tiene que estar todo el día fregando, limpiando mocos a niños y culos a ancianos. Como vino directa de Bolivia a Neguri, no conoce a nadie en España, y estar encerrada en esa mansión no ayuda a encontrar amistades o pareja. Su jefe, el dueño de la casa, le mira el culo descaradamente y le hace insinuaciones obscenas. Ayer se masturbó mirándola mientras que ella pasaba el polvo. Por las noches teme que entre en su cuarto y la viole. La gente sólo ve en ella una criada servil, una fregona de la que quejarse en la degustación, una chacha exótica que da un toque más de glamour a la mansión. Se ha planteado prostituirse. Tal vez ganaría más o tal vez nada, porque el físico no le acompaña y a estas alturas tiene la autoestima tan baja que no se ve capaz de dar placer a nadie.

¿Quién ha perdido más su dignidad? ¿Quién ha perdido más su libertad? ¿Quién vende más su cuerpo? ¿Y su alma? ¿Cuál está más explotada? ¿Qué vida prefeririáis? ¿O creéis que hay más opciones? Las dos son mujeres e inmigrantes irregulares, como lo son en torno al 90% de personas que trabajan en el servicio doméstico y en la prostitución.

Nota: No exagero. No he inventado ni una coma. Son refritos de vivencias que me han contado para diferentes reportajes o he leído en la prensa.

Nota 2: La ilustración la firma JMontiel, y está inspirada en una del genio Shaun Tan, cuyos libros El árbol rojo y Emigrantes son completamente imprescindibles.

12 comentarios:

Itsaso dijo...

Juas.... no tengo otra palabra...

Cuentas todo con pelos y señales y sin darle vueltas, es la realidad la verdad. Anda que si mucha gente supiese la realidad de neguri iba perder bastante...

Anónimo dijo...

Fijate que esto está más cerca de mi opinión... no es cuestión de en que trabajas sino en cómo.
Y volviendo a lo de antes:
"Hoy por hoy, dudo mucho que los clientes sientan a una puta, mujer, inmigrante y no blanca como un igual."
Aqui lo de no blanca es lo que no me cuadra. ¿Insinuas que a las blancas si se las trata como a iguales? Es un punto de lo más interesante, yo creo que los que mean encima de las prostitutas lo hacen igual siendo negras que blancas... pero de esto si que hablo sin conocimiento directo.

Y acabamos con que si el tio cree que posee o no posee a una mujer. La mayoria de los que visitan prostíbulos saben que pueden y que no pueden hacer. lo que es muy bueno para ellas. Y si el tio cree que ella es un trozo de carne con el que hacer lo que quiera pero el miedo a la paliza del portero le hace seguir las normas, ¿que mas da que se crea dueño y señor de esa mujer? Lo realmente importante es que se estan cumpliendo las normas de las que hablaba la primera vez. La prostituta pone unos limites y se cumplen, no haciendo nada que no quiera. Y como estoy parlanchin, os voy a contar una historia.
Nuestro protagonista llegó casi por casualidad a un remoto pueblo de la España profunda, y nada más entrar a la chabola que hacía de tasca reparó en que los habitantes se reían de "el tonto del pueblo", ese entrañable personaje de los cuentos de pueblos.
El caso es que al sentirse intrigado por el choteo preguntó al camarero por el motivo de la chanza, y este quiso demostrarle la estupidez de su paisano. Cogió de la caja una moneda de 500 pesetas (fijaros si el pueblo era remoto, que no había ni legado el euro) y una de 100 pesetas y se las ofreció al tonto, advirtiéndole de que sólo podía coger una.
El tonto del pueblo, después de hacer que lo pensaba unos instantes cogió la pequeña y salió de la tasca, dejando atrás las carcajadas de sus compañeros.
Nuestro prota, que era buena gente y se sentía dolido por el maltrato al pobre chaval, salió tras él y le aconsejó:
- "Siempre que te den a elegir entre dos monedas, elige la más grande, porque vale más y podrás comprar más cosas con ella".
El tonto del pueblo, le miró agradecido y le contestó:
- "Si siempre elijo la moneda grande, ¿cuánto tiempo cree usted que pasará antes de que dejen de ofrecerme dinero?"

Pues en este caso lo mismo, el putero puede pensar lo que le de la gana, mientras la puta no haga nada que no quiera.

RGAlmazán dijo...

Historias sobrecogedoras y reales como la vida misma. La verdad es que es difícil elegir una de las dos opciones in escoger la tercera, pegarse un tiro.
Me ha gustado la historia de Txus. Eso de que el que aparenta ser más tonto sea el más lista se tenía que repetir siempre.

Salud y República

RGAlmazán dijo...

Historias sobrecogedoras y reales como la vida misma. La verdad es que es difícil elegir una de las dos opciones in escoger la tercera, pegarse un tiro.
Me ha gustado la historia de Txus. Eso de que el que aparenta ser más tonto sea el más lista se tenía que repetir siempre.

Salud y República

June Fernández dijo...

Insisto, Txus, poco podemos entendernos si no entiendes que la desigualdad entre hombres y mujeres explica éste y otros fenómenos (de lo contrario, para empezar el 50% de las personas que se prostituyen serían hombres). Por eso creo que quien trata mal a una prostituta no lo hace sólo por ser mala persona. Pesa haber sido educado con mensajes como que las mujeres están para servir a los hombres.

Claro que es bueno que haya normal para prevenir abusos. Pero creo que éstos se perpetuarán, no se eliminará el riesgo, si no se ataca a la raíz. Y la raíz es la desigualdad, el menor respeto que merecemos las mujeres. El hombre que no abuse de una prostituta porque le pone límites, tal vez abusará de otra persona que no sepa ponérselos.

En cuanto a mi entrecomillado, no digo que a las blancas se les trate como a iguales, sino que a las personas se les respeta menos en cuanto a más minorías pertenecen. Una mujer como Bianca: mujer, brasileña, inmigrante, sin papeles y transexual, tiene cinco boletos para ser maltratada. Si fuera negra tendría otro más.

Sheila dijo...

Yo no creo que una prostituta haya escogido libremente ser puta. No creo que una llegue a ser prostituta de la misma manera que llega a ser alguien profesora o doctora. Por lo tanto, no le veo sentido discutir sobre la elección de las prostitutas. Además, cuando alguien entra en el mercado, no escoge. Siempre es escogido. Uno no pone los precios ni los productos, estos son puestos en el mercado segun la reacción de los consumidores. Si un producto no se compra, se deja de vender. Si un producto tiene mucha demanda, allí se duplica.
Si los clientes piden sexo anal, hay 100 putas y 25 lo hacen y las otras no. Pero por el hecho de no hacerlo, pierden clientela, pues a la larga "escogeran" hacerlo. Así de simple. Y si se lleva mear encima de las mujeres, a la larga se mearan encima de las 100 putas. Así es el mercado.

Sheila dijo...

A por cierto, en el post anterior, lei algo de que un lector vio una noticia que parecia unir prostitución con alquileres caros, ya que la prostitución se hacia en casas alquiladas. Pues no tendra nada que ver, pero a mi me han ofrecido dos semanas de alquiler a cambio de sexo.

Itsaso dijo...

Era yo la que mencionaba la union de las dos noticias. Anda que haya gente asi...

Anónimo dijo...

una verdad, una gran verdad. No se puede permitir ninguna de las situaciones en un mundo civilizado como "supuestamente" vivimos.

un abrazo.

Anónimo dijo...

A mí el tema me parece inagotable, la verdad, pero tampoco es cuestión de mortificarse escribiendo sobre lo mismo. Sin embargo, es un filón, un lamentable filón del que se alimentan determinadas vetas humanas. Besos.

Fran Invernoz dijo...

Yo alucino por lo que he leído, pero sé de buena fuente lo que ocurre, además, con los policías que van a demandar servicios gratuitos y nadie les dice nada. El otro día, viajando en un autocar, un pasajero le contaba al conductor que había tenido un puticlub pero lo tuvo que cerrar porque le daba pérdidas. El conductor, un veterano a punto de jubilarse, le dijo que eso le había pasado por ambicioso, porque no había sabido repartir las ganancias con la Policía. June, un comentario muy duro, extraes las entrañas de la realidad oculta. Admiro tu sensibilidad.

NáN dijo...

Por encima de todas las divisiones, también la de hombre y mujer, está la división radical (de raíz) entre los que tienen el poder económico y los que no lo tienen.

Todas son un reflejo de la división raíz y ninguna se podrá solucionar si no se soluciona esa. Es más, a veces me parece que las divisiones son fomentadas para que estemos compartimentalizados y seamos poco operativos.

Pero entretanto, la participación en toda oposición a las divisiones fragmentadas, fortalecer los derechos de los que somos la carne y la sangre, no los huesos, me sigue pareciendo absolutamente necesario. La mujer A y la mujer B son víctimas de la misma situación, pero también lo es el hombre C, y el anciano o la anciana D, y los niños E. Yo dejaría la moral fuera de estas cuestiones y atendería a las realidades (en el post de los niños palestinos hay porcentajes terribles que son realidades).