miércoles, octubre 15, 2008

Soberanía turística



Una de las cosas que encuentro más descabelladas de nuestra sociedad es la fiebre de viajar al extranjero, alentada por los vuelos low cost y los paquetes de todo incluido. No entiendo que tantas y tantas personas se vayan a Puntacana sin haber conocido antes ni una cuarta parte de las comunidades autónomas españolas. Entiendo y comparto el ansia por conocer otras culturas, otras formas de vida, otros paisajes... Yo misma tengo la firma intención de ir a Cuba, probablemente antes que a Toledo,por ejemplo. Pero para eso la mejor opción no es un inmenso complejo hotelero en Varadero (casi idéntico al que te puedes encontrar en la Riviera Maya, en Puntacana o incluso en Canarias) aislado de la población autóctona, en el que se come comida occidental y no te dejan explorar el país por tí misma.

Allá cada cuál, diréis. El problema es que no se trata sólo de una opción personal, sino de un estilo de vida insostenible, que implica más contaminación, beneficios para grandes empresas turísticas y apenas un duro para las poblaciones autóctonas... Para evitarlo, como quienes optan por ese tipo de oferta turística buscan paraísos de belleza exuberante, creo que lo más efectivo es mostrarles que tienen parajes espectaculares muy cerca de casa. Este verano mis vacaciones consistieron en un sencillo recorrido por León y Galicia, parando en el pueblo de mi familia paterna y el de la materna, La Vecilla y Boiro, respectivamente, y volviendo por la costa a Bilbao. No puedo dejar de sorprenderme con la belleza de la montaña leonesa, las rías baixas, la costa asturiana... Sin grandes planes, yendo poco a poco, comiendo y bebiendo de vicio, haciendo alguna escapada nocturna, con la mejor compañía, visitando también a la familia, fue una de mis vacaciones más especiales. Como ejemplo, arriba un paisaje cerca del Puerto de San Isidro (León) y abajo la espectacular playa de Las Catedrales (Lugo). Os colgaría todo el álbum de fotos, pero no es plan.


Nota 1: Para descubrir más lugares mágicos de Galicia, visitad el blog Turismo Galicia. Yo os recomiendo sobre todo la playa de Castro de Baroña. No exagero si digo que es la playa más ideal que he conocido en mi vida. Igual no la más bella, pero sí la más completa: una vista espectacular al castro, arena fina, agua deliciosa, tamaño idóneo, poca gente, naturista (pero con la gente mezclada, no esa horrible costumbre de segregar) e historia, porque los aldeanos bajaban antaño a echar a las personas nudistas.
Nota 2: En cuanto a la encuesta, vuestras preferencias coinciden con las mías (como ya se veía a leguas por el orden): 1- Feminismo y demás. 2- Inmigración. Ecología y entradas intimistas empatados. Así que me alegro mucho. Esta vez os pregunto si soléis dejarme comentarios, por esto de hacerme una idea de si hay mucha gente que me lee sin dejar huella, que es algo que me resulta agradable por una parte pero también crea cierto desasosiego, ¿no? (quiénes serán, qué pensarán...). Por ahora estoy utilizando la herramienta para pensar en cómo mejorar el blog. A corto plazo empezaré a preguntaros más sobre vosotros y vosotras, vuestra opinión sobre temas de actualidad...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

im here because of few cents for you. just dropping by.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

España tiene rincones bellos y mágicos, pero muchos se empeñan en irse lejos, muy lejos. Un beso.

chus dijo...

obviamente buscar la magia de un lugar porque está lejos es una estupidez. Encontrar la magia de cualquier sitio, esté al salir de tu casa o a 14 h de avión es lo que debe mover al viajero ¿no?
Recuerdo una publicidad que se creó en Asturias para Asturias en la que un oso nos decía a todos: "Este año haz las maletas y quédate en casa". Qué razón tenía ... la zona noroccidental de la península es la leche, magia de esa de la que hablaba en estado puro.