viernes, octubre 31, 2008

Portada agridulce


Si os dáis prisa y entráis en El País, veréis que hay un reportaje mío en portada. Es la primera vez que me pasa, así que me ha hecho ilusión. No es que tenga yo un gran mérito; me encargaron el tema que, evidentemente, tiene muchos elementos para suscitar un gran interés. Es una historia insólita, grotesca, con la que la gente empatiza... Además, entro y veo que a media tarde ya han votado unas 50 personas y han insertado un comentario 24. Varias personas del periódico me felicitan por el éxito.

La parte agria ha venido al leer los comentarios y comprobar que la mayoría son profundamente racistas. Este reportaje me supuso un dilema: el principal reto para mí fue evitar que contribuyera a estigmatizar al pueblo gitano. Lo hice de la siguiente manera: no puse que la familia imputada era gitana hasta la mitad del reportaje, y entonces elegí darle la vuelta y denunciar el estereotipo que castiga a dicho pueblo. "Alquiló su vivienda, de cerca de 400metros cuadrados, por un euro al mes a una familia gitana que cumplía a la perfección con el estigma que arrastra su etnia: un clan que vivía en una caravana después de haber sido expulsado de la localidad vizcaína de Sestao por su conducta conflictiva". En fin, lo he hecho lo mejor que he sabido.

Precisamente, el pasado sábado asistí a un taller sobre pueblo gitano, que me dio muchísimo que pensar. No creo que sea el momento de intentar explicar cuestiones básicas que plantean esos comentarios, como porqué hay gitanos en todo el mundo pero en ningún país se caracterizan por sus aportaciones positivas. A quien piensa esas cosas, sólo le sugiero que lea algún libro sobre la historia del pueblo gitano. Os traslado dos reflexiones que se transmitieron el sábado y que considero fundamentales para intentar disipar unos prejuicios que, lamentablemente, casi todas compartimos:

- Identificamos como gitanas sólo a aquellas personas que encajan con el estereotipo negativo que hemos aprendido. La ponente era el vivo ejemplo de ello: doctoranda, de vestimenta moderna, feminista, trabaja en la Generalitat, habla catalán... Si tenemos una vecina como ella, nos costaría darnos cuenta de que es gitana. En cambio, no nos cabría ninguna duda si fuera pobre, con cinco criaturas, viviera en una caravana y se le conociera por su comportamiento conflictivo.

- Culturizar un fracaso social es un error, decía la ponente. Me pareció una apreciación muy clarificadora. Ante situaciones de marginación en España, nadie culpa a la cultura española. En el reportaje, en uno de los comentarios se pregunta porqué el hecho de que el propietario sea un presunto delincuente no nos lleva a criminalizar a todas las personas payas. Me ha recordado a otro ejemplo: cualquier problema en Cuba es achacable al comunismo, mientras que en Occidente, ni siquiera la actual crisis está suscitando una condena contundente del sistema capitalista.

Me gustaría hablar más de la ponencia del sábado, pero no me extenderé. Por un lado, la principal conclusión fue, que ante la situación de exclusión social debido a la fuerte discriminación sufrida a lo largo de la historia, urge combinar medidas sociales con un reconocimiento de la identidad del pueblo gitano. Por otro lado, nos pusieron un documental (cuyo nombre no recuerdo) que mostraba la vida cotidiana en un poblado gitano de un país de los Balcanes. Ver a las mujeres hablando sobre igualdad, a un niño saladísimo cantando con una guitarra de cartón, a unos jóvenes soñando sobre su futuro... Como siempre, la clave puede ser conocernos un poquito, acercarnos, comprobar que no somos tan diferentes y, si lo somos, entender que eso es lo que nos hace especiales.

10 comentarios:

chus dijo...

Enhorabuena por el reportaje june, muy bueno.
Hicimos mi hermano y yo la E.G.B. en Algeciras, en un colegio público de integración. En cada clase un 30% del alumnado era de raza gitana.
No sé muy bien si fue una decisión masticada por mis padres o simplemente las cosas salieron así pero les agradezco aquella E.G.B.
Bueno, el caso es que me acuerdo de un lío muy gordo. Los padres de una cria decidieron que ya tenía edad para casarse y no para estar perdiendo el tiempo en el cole así que hubo una movilización importante por parte de los demás padres del centro.
Empezó a repetirse por parte de los padres que era cosa de los gitanos, que ellos eran así. Cuando un compañero gitano te decía que sus padres habían firmado en una lista que se creó para condenar semejante brutalidad y que les daba mucha pena, a ti se te caía la cara de vergüenza.

June Fernández dijo...

Gracias por contar esa historia, Chus.

Por si no ha quedado claro, con el primer ejemplo (lo de lo que entra en el estereotipo) quería decir que la mente selecciona sólo aquella información que le permite que su prejuicio sea coherente, y deja fuera (o considera una excepción que confirma la regla) lo que no le cuadra.

entrenomadas dijo...

Una amiga bloggera me lo ha recomendado y lo he leído. Muy bueno, te felicito. Ya me gustaría encontrarme más artículos como este.
Felicidades,


Nora Basteri

Anónimo dijo...

Enhorabuena por tu reportaje. Siempre se agradece salir en portada.

El tema de los gitanos. Ellos también tienen culpa de su falta de integración social. NO digo todos, pero algunos crean problemas y eso provoca rechazo.

EStá bien que haya igualdad, pero también ellos deben poner de su parte. No sólo hay que achacar el fallo a la otra parte. Es un tema de una amplia reflexión.

un beso.

entrenomadas dijo...

Primero felicitarte por el reportaje.
June, he intentado dos veces dejar un comentario en "EL PAÍS" sin éxito. AYer y hoy otra vez.
El que acabo de escribir contaba una historia personal, pero joder, no se ha subido.


No sé la razón.

Me parece necesario sacar a la luz a ese delincuente de empresario. Aquí también ha sucedido lo mismo en la expansión urbanística del casco viejo.

Lo sé bien. Me gusta la forma en que lo describes, limpia y sincera.
Los comentarios que han dejado eran de esperar, tranquila.

En un rato volveré a intentar dejar el mío.

Estoy pensando que igual es que hay que esperar un rato para aprobarlo. No sé.


Un beso y excelente trabajo,



Marta

Ander Izagirre dijo...

Enhorabuena, June, por la presencia en la portada y sobre todo por el reportaje. Aunque lo hubieran puesto en el último rincón, seguiría siendo igual de bueno.

Y no te desanimes. Siempre hay burros y simplistas que sólo ven lo que quieren ver. Tú a lo tuyo: a contar la verdad. El periodista no es un mero recopilador de versiones. Eso lo puede hacer cualquiera con una grabadora o un cuaderno.

JLuis dijo...

Enhorbuena... es un reportaje estupendo June...

Este mismo fin de semana con unos amigos salía el mismo tema, y los mismos estereotipos.

No se acepta nada que se salga de ellos y cualquier ejemplo, como la tranquila convivencia pared con pared durante 15 años de una de las personas que allí estábamos con una familia gitana, se toma como una excepción.

Un abrzote

June Fernández dijo...

Muchísimas gracias a tod@s. Me halaga mucho que periodistas, activistas, expertas en interculturalidad y demás como vosotras valoréis bien mi reportaje.

Fernando: date cuenta de que hablas en los términos que siempre critico, como si existieran dos partes, nosotros y los otros. Espero que las aportaciones (decir mías sería prepotente) de gente como JLuis, te hagan cambiar de idea, o al menos cuestionarte esa visión. Gracias por la enhorabuena.

entrenomadas dijo...

June, no sé la razón, pero mi comentario no se sube en el artículo.
Lo he intentado varias veces.

Un beso,

Marta

Itsaso dijo...

Ha sido el primer caso juzgado sobre mobing inmobiliario creo. Por eso la repercusión. Enhorabuena por la portada.

Yo ya llevo unas cuantas, por pura casualidad...