sábado, octubre 18, 2008

Lo personal es político


Esta semana he recibido una lección inesperada sobre feminismo de una persona aparentemente poco formada y curtida en la lucha por los derechos de las mujeres. Aparentemente, claro, porque si algo distingue al feminismo de otras luchas es que se nutre de las experiencias de discriminación, opresión, resistencia y rebeldía que vivimos todas las mujeres y buena parte de los hombres en todo el mundo. La compañera de la que hablo nos explicó emocionada cómo vive ella el feminismo. Nada de apuntes teóricos sobre las diferentes corrientes, sobre los orígenes del movimiento, sobre los principales retos... Simplemente, nos dijo que para ella es feminista su constante rebeldía ante un entorno que la tachaba de bicho raro por no querer resignarse a cumplir el papel que el patriarcado había reservado para ella. Fue realmente emocionante.

Como me recordaba una amiga, las mujeres seguimos valorando más lo que el patriarcado valora: el saber académico, la habilidad de expresarse y moverse en el ámbito público... La protagonista de esa historia empezó su pequeño discurso excusándose de alguna manera, diciendo que lo que ella iba a decir tal vez no nos aportase mucho al resto (oficialmente más feministas), sin saber que fue lo que más nos aportó, lo que más nos hizo sentir. Feminismo en estado puro: transparente, espontáneo, intuitivo, vivencial, real.

Me doy cuenta de que en mis militancias reproduzco a menudo el esquema masculino tradicional de trabajar hacia fuera, de ser pragmática, de no disfrutar del camino por querer alcanzar la meta, de no cuidar lo suficiente las relaciones humanas, no respetar los ritmos o incluso intentar imponer el mío... En cambio, cuando miro a mi alrededor veo que no hay activismo más efectivo que el que empieza por una misma, de dentro hacia fuera. Por ejemplo, otras de las lecciones que he aprendido es que no se puede defender de manera coherente y sincera los derechos de las mujeres inmigrantes sin atender primero a nuestros derechos y ver la conexión.

Defender a quienes consideramos "las otras" es poco menos que caridad y asistencialismo. Se trata de mirar hacia dentro, de entender lo que somos y cómo nos situamos en el mundo, y a partir de ahí tratar de influir en aquello que nos rodea, que no nos es ajeno, que nos conmueve. Así que lo personal es político, lo político es personal, todo ello es humano... Si no, no tiene sentido, es pura panfletada.

En la blogosfera encontramos también buenos ejemplos de ello. Sin desmerecer a otros compañeros apreciado y admirados, estoy son probablemento los blogs que más me llegan:

- Lápices para la paz: No cabe duda de que Alicia es un claro exponente de ese tipo de militancia humana, sensible, solidaria (pero de verdad), sincera. La campaña Lápices para la paz consiste en llevar material escolar a niñas y niños que sufren conflictos armados. Pero el blog es un rinconcito desde el que atisbamos la vida cotidiana de las mujeres del Sur; admiramos la belleza de rostros azotados por la injusticia en maravillosas fotografías; aprendemos de los datos y reflexiones desgarradoras que expone Alicia sobre diversas situaciones de represión y discriminación... Me parece, más que un equilibrio perfecto, una fusión auténtica entre lo público y lo privado; el sentimiento y el activismo; lo humano y lo reivindicativo; lo personal y lo de otras personas porque Alicia entiende que todas estamos en el mismo barco. Y, además, con ese feminismo genuino que le lleva a subrayar siempre la discriminación añadida que sufren las mujeres y niñas, homenajear a luchadoras incombustibles... No os lo podéis perder.

- Entre nómadas: Si me preguntaran por el blog más completo, contestaría sin dudar que es Entre nómadas. Lo mismo te hablan de una película o un libro; te muestran sus poemas y sus fotos; claman contra el maltrato animal, por la memoria histórica o por el derecho a decidir de las mujeres sobre sus cuerpos; pueden estar alegres, nostálgicas, guerreras o serenas... Pero todo ello no como facetas fragmentadas, sino como las mil caras de unas mujeres sensibles, ingeniosas, sensuales, comprometidas y mucho más. Esa fusión también se nota en ellas: la foto o el poema siempre esconde un cierto mensaje social (aunque sea porque sólo la personalidad de ellas lo imprime aún sin darse cuenta) y el alegato político siempre resulta humano, sincero, escrito en primera persona.

Voy a aprovechar una de sus entradas más recientes para acabar e ilustrar este post. La foto es de Irina March y el poema de Marta Navarro, una de las Entre nómadas. los utilizo porque sugieren esa idea de mirar hacia adentro, encontrar en una misma esa materia prima única que nos permitirá hacer algo por todas.

Un respiro de agua inquieta

He aprendido a leer el lenguaje rizado del silencio.
Soy consciente del bosque que me habita,
de la noche que se esconde
entre los dedos.
A menudo nado por debajo de mí misma,
hacia zonas subterráneas
y oscuras

4 comentarios:

ITU dijo...

zorionak por el aprendizaje...

entrenomadas dijo...

June, gracias guapa.
Hoy tenía yo un día torcido, pero me los has arreglado en un pis pas.

Completamente de acuerdo con lo que dices de "Lápices para la paz", además de honesto es un blog que respira seriedad y humanidad. A mí me encanta.

Y sobre nosotras, y ahora yo que ando sólita, sólo decir que parece que disimulamos mucho el caos que embarga el blog, somos buenas actrices.

Gracias, June me hace ilusión que subas mi poema, mucho.

Un beso grandote de todas las que pasan por aquí y un beso grandote de mi parte,

Marta Navarro

Anónimo dijo...

Me ha encantado tu autocrítica. Nunca me fallas.

Anónimo dijo...

june, cuanto tiempo sin leerte
(ordenagailu barik, ba gaizki)
Te das cuenta que aportas mucho no?
Eskerrik asko horren argi idazteagatik, gero ta gutxiago ixiltzen zarela konturatu al zara? batez ere, geroko sarreretan.
muxu handi bat