sábado, julio 12, 2008

Tratamiento periodístico a la violencia machista

Esta semana hemos presenciado diferentes casos de violencia machista a los que la mayoría de medios de comunicación han dado un tratamiento lamentable. No fueron pocos los que cuestionaron que el asesinato de una joven en Navarra sea violencia machista, ya que no conocía al agresor. ¿Acaso una violación no es violencia machista? La violencia contra las mujeres se caracteriza porque su origen estructural es una desigualdad social, una posición dominante de los hombres sobre las mujeres, que es la que origina y perpetúa una violencia sostenida (no son casos aislados). El día que España ganó la Eurocopa, una joven fue violada en Bilbao, algo que pasó lamentablemente desapercibido.

La ONU da la siguiente definición de violencia contra las mujeres:

Es todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en el vida privada

Después de tanto despropósito, hoy me encuentro en El Correo con un reportaje que es el despropósito mayor. A continuación, me dedicaré a criticarlo al detalle:

Mata a puñaladas a su mujer y sus dos hijos y se vuela la cabeza agobiado por las deudas Explica lo inexplicable

El hombre se suicidó de un disparo de escopeta delante de la Policía en su chalé de Yecla

A última hora del jueves, Samuel y Alba, de 4 y 6 años, correteaban por las inmediaciones de la vivienda familiar, un chalé a medio construir en Yecla, apurando un día más de sus largas vacaciones escolares. A la mañana siguiente, sin embargo, los dos hermanos yacían muertos, abrazados, junto al cadáver de su madre, tras ser apuñalados por su propio padre, Juan Pérez Varela. El hombre, de 43 años, llamó después a la Policía y se voló la cabeza con una escopeta ante la mirada estupefacta de los agentes.

Tres días después de la presentación de una nueva campaña de concienciación del Gobierno contra la lacra del maltrato, la testaruda realidad ha vuelto a demostrar que sus mensajes siguen sin calar ante un agresor armado con un cuchillo entre las paredes de su casa. Desprestigia campañas necesarias simplificando su objetivo (pretende que un maltratador que ha llegado al punto de ser capaz de asesinar cambie de idea por un anuncio). Y como suele suceder en tragedias tan terribles, nadie en la localidad murciana podía encontrar ayer explicación a la violenta reacción de Juan Pérez Varela.

A continuación, contraste sexista a más no poder de a qué se dedica cada miembro de la pareja:

Albañil autónomo, el hombre arañaba tiempo de sus horas de trabajo para acabar de terminar el chalé de dos plantas que había comenzado a edificar hacía más de una década para su familia. ¡Pobrecito! La mujer no trabajaba (¡no trabajaba!) y sus jornadas eran comunes a las tantas amas de casa: llevaba los niños al colegio, hacía la compra y las vecinas solían verla haciendo 'jogging' por la mañana y por la tarde. ¡Qué desvergonzada, hacer jogging mientras su marido araña el tiempo para terminar el chalé!

Una familia normal, tranquila, trabajadora. ¿Qué es normal y tranquila? ¿Qué coño sabe el periodista sobre lo que pasaba en esa casa? ¿Y qué tiene que ver ser trabajadora? ¿Es que los vagos matan más o que matar a vagas está más justificado?

¿Qué pasó, entonces, por la cabeza de Juan Pérez Varela para acabar con todo? Al parecer, el presunto parricida dejó junto a los cadáveres una nota en la que justificaba su acción por motivos económicos. Justifica.

(...)

El delegado del Gobierno confirmó que no constaba denuncia alguna por malos tratos contra Juan Pérez Valera. De hecho, sus vecinos afirmaron que «jamás» fueron testigos de discusiones y que los cuatro formaban una familia «normal y buena». Esto es el abedecé: no se puede dar valor a los testimonios de los vecinos. ¿Es relevante que no oyeran discusiones? ¿Y si no las oían porque él se limitaba a maltratarla psicológicamente de manera sutil y silenciosa? Y otra vez, ¿cómo se sienten los vecinos con la capacidad de juzgar que una familia que no conoces es normal y buena? ¿Qué es normal y buena?.

González Tovar, no obstante, expresó su «repulsa más absoluta ante estos asesinatos porque es intolerable que se siga golpeando de esta manera a personas inocentes e indefensas. Es un acto que debería repugnar a cualquier persona de bien y sobre el que no hay justificación alguna». El alcalde de Yecla, Juan Miguel Benedito, afianzó la posibilidad de que el hombre cometiese el triple parricidio «agobiado por las deudas». De nuevo, ésto es justificar un asesintato. Yo no le hubiera dado espacio en mi periódico para tal barbaridad.

(...) Hasta allí también se desplazó un equipo de psicólogos para atender a la hermana del presunto parricida y a su marido, que viven en el chalé contiguo, así como a otros familiares y vecinos. «Eran muy formales, daban una impresión fabulosa», insistían, incrédulos, sus conocidos. ¡Ay, las impresiones...!

Recurro al decálogo de Público y me encuentro con que el texto se carga casi todos sus principios:

- No utiliza ni una vez los términos violencia machista, sexista, etc. Para él nada tiene que ver la masculinidad hegemónica en todo ésto.
- Busca justificaciones
- Abusa de las opiniones de vecinos, siempre positivas
- Apenas se recurre a personas expertas
- No incluye el teléfono de atención a víctimas

Por último, todavía no me explico cómo es que no se refuerza el control de tenencia de armas, teniendo en cuenta que las pistolas y escopetas están presentes en un alto porcentaje de casos de violencia machista.

Nota: Pese a estar menos activa, espero que sigáis visitándome en verano. Si vosotras y vosotros váis a desconectar, os deseo unas felices vacaciones.

12 comentarios:

Fran Invernoz dijo...

Como siempre una entrada valiente, llena de coraje, también de coherencia y sentido común, valores desaparecidos, al parecer, de nuestra sociedad. Violencia machista ya la describian los dramaturgos griegos, y seguimos igual, o peor... Cordiales saludos.

RGAlmazán dijo...

Un análisis de texo impecable. Si este es el lenguaje es porque en el fondo cierta justificación a este tremendo asesinato.
Desde luego les has desnudado.
Un beso.
Salud y República

June Fernández dijo...

Gracias a los dos.

Si ayer estaba indignada con el reportaje de El Correo sobre el parricida, hoy El País se gana al puesto al peor tratamiento a la violencia machista, con una crónica sobre el asesinato de la joven Nagore. http://www.elpais.com/articulo/espana/He/hecho/algo/malo/Tengo/chica/muerta/elpepunac/20080713elpepinac_18/Tes

- Es muy sensacionalista

- El protagonista es el asesino, el objetivo es averiguar como un chico tan normal, que hasta escribía literatura científica, ha sido capaz de tal horror. Se habla de lo super arrepentido que estaba cuando se dio cuenta de lo que había hecho, lo muchísimo que había bebido... Las únicas fuentes a las que se recurre son vecinos, amigos, compañeros, etc. que siempre hacen que el asesino salga bien parado y, lo que es más grave, se da por válida la versión del abogado defensor, sin contrastarlo con el del abogado de la familia de la víctima.

- Es todo un canto a las relaciones sexistas. La parte en la que narra lo que ocurrió por la noche no deja lugar a dudas: a ella fíjate si le gustó el chico que se fue con él a su piso, lo que supone una intención inequívoca de follar. Se besaron, se acariciaron, y luego hubo un "malentendido" porque fíjate por dónde ella sintió que él la quería forzar. Se ve que era un poco calientapollas. (queda claro el amargo sarcasmo, ¿no? que no se me ofenda nadie). Así que se la cargó, le cortó el dedo, no se quiso entregar por no hacer daño a su familia, y luego lloró mucho.

Me imagino cómo se sentirá la familia de Nagore al leer tal despropósito y se me ponen los pelos de punta.

Anónimo dijo...

Ya ves, y eso que se organizan cursos, se publican manuales, etc. Sin embargo, si el problema persiste es porque ni los periodistas tienen interés por el lenguaje ni las empresas periodísticas tienen interés en que sus periodistas sean conscientes del uso de su lenguaje, porque si uno y otro lo fuesen lo lograrían. Cuestión de actitud. Interesante y brillante tu análisis. Besos.

entrenomadas dijo...

Sí, el artículo es demencial, por lo que dejar ver, por cómo se justifica todo, por lo cómplice.
Impecable tu post.

Un beso,

Anónimo dijo...

Yo veo una gran diferencia entre las dos noticias.
Y es que no considero que la primera tenga mucho que ver con el machismo, al contrario que la segunda.
Para mi el simple hecho de que se suicide me hace dudar, fijate que tonteria, sólo por haberse matado ya me merece una reflexión en otro plano.
También es cierto que tu y yo consideramos machistas diferentes actuaciones, pero a ver si me explico antes de que nadie se irrite.
En el caso de Nagore, lo primero que pienso es que el tio ese ha querido algo que ella no queria y como el es mucho mas guachichachi que ella se la ha cargado.
En el de la familia, si despues de cargarselos el tio llora ante las camaras me parecería igual, pero creo que al suicidarse se pone a la misma altura que su mujer. Mi impresión no es que el dichoso (curiosa palabra) albañil crea que el es mas, el manda o algo asi. Simplemente se da cuenta de que su familia se queda en la calle y no ve otra salida. Esto se puede discutir, evidentemente yo jamás tomaria ese camino (creo), pero la gran diferencia entre los dos casos es que el asesino de Nagore probablemente se creia superior a ella y el que mato a la familia seguro que se sentia pequeñito e indigno.
Desde mi punto de vista, el machisa se cree superior a las mujeres, y alguien que cree que su mujer no merece lo que el tiene para ofrecer no es machista.

June Fernández dijo...

Me sabe mal discutirte las cosas pq me hace ilu cuando pasas por aquí, pero vamos allá:

Cuando hablamos de violencia machista no hablamos de si el hombre que mata es o no machista. Hablamos de que hay que contextualizar el asesinato dentro de un sistema machista en el que existen unas desigualdades en todos los campos que afectan inevitablemente a las relaciones personales. Esa desigualdad es causa de violencia y también la perpetúa. El uso mayor de la violencia por parte de los hombres para resolver los problemas también es producto del modelo de masculinidad hegemónica.

En cuanto al suicidio, es una pauta común asesinar a la mujer y luego suicidarse. Eso es, según me han expicado expertos en el tema, por lo siguiente: el hombre quiere mal a su mujer, siguiendo el modelo hegemónico de dependencia y sometimiento. Piensa que la mujer es suya (claro, esto es mucho más complejo, lo estoy simplificando), así que cuando se da el conflicto la asesina. Al asesinarla, se da cuenta de que ha asesinado a la persona que lo es todo para él, que también es víctima además de victimario de la relación de dependencia. Además, asesinar a la persona con la que compartes tu vida no es que sea algo fácil de asimilar precisamente. Así que se siente culpable y se encuentra solo, su vida no tiene sentido. Y se suicida.

En cuanto a Nagore, no se trata de quién se sintiera superior, sino que las relaciones sexuales siguen negociándose desde la desigualdad: nosotras podemos ser violadas y vosotros no; nosotras seguimos limitadas por el fantasma de ser tachadas como putas... Hoy mismo he tenido pesadillas con que me perseguía un tío con la intención de violarme. Habrá igualdad real cuando las mujeres sintamos el mismo miedo que los hombres. Ahora lo sentimos apenas salimos del portal. Intentad imaginároslo un poco.

Anónimo dijo...

Que no te sepa mal discutirmelas, que a mi me encanta ;)
Somos distintos, vosotras podreis ser violadas siempre y nosotros no, simplemente por razones de fisionomia. Estadisticamente hablando, ahora mismo y por mucho tiempo el hombre sera superior en fisico a la mujer, y eso tambien influye a la hora de sentir miedos.
Yo diferencio el machismo como forma de pensar y sentir del fisico. Segun tu valoración, siempre que un hombre agreda a una mujer sera un acto machista. Creo que eso no deberia ser asi.
Un hombre puede ser feminista y violento, y por el mero hecho de serlo acabar algun dia agrediendo a una mujer. En ese caso, seguira siendo feminista, y la agresion no sera fruto del machismo sino de que es una persona violenta. Las razones por lasque un ser humano agrede a otro no tienen que ser siempre por cuestiones de machismo. Date cuenta de que igual que hay peleas entre hombres que nada tienen que ver con el machismo, es posible que lo mismo que les impulsa al acto agresivo entre dos hombre spuede hacerlo hacia una mujer. ¿no?

June Fernández dijo...

Txus, me parece una barbaridad hablar de fisionomía física. Entonces habrá que tomarse en serio lo de la castración. Digo yo que somos seres racionales. Además, que yo sepa no se dan violaciones entre hombres, que por fisionomía son posibles. Ni las mujeres nos dedicamos a violaros con dildos. Resignarnos a sentir miedo por una inferioridad física me parece casi peor. Me niego y me ofende. Y el tema es que no hay un compromiso por parte de los hombres para erradicar ese miedo.

Te repito: si un hombre mata a una mujer no es violencia machista porque él lo sea, sino porque se enmarca en unas relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres. Por último, un hombre feminista es precisamente aquél que se cuestiona el modelo de masculinidad tradicional y que, por ello, realiza un trabajo personal de no recurrir a la violencia para resolver conflictos. Así que un hombre feminista no puede ser violento (o,si lo es, demuestra su feminismo tratando su problema de agresividad).

June Fernández dijo...

Una corrección: sí se dan violaciones entre hombres, pero no en la misma cantidad ni en el mismo contexto.

chicoutimi dijo...

Espeluznantes los dos artículos que comentas, june.
Y bien explicados los matices que define violencia machista u hombre machista. Es verdad que, como en el caso de Yecla, podemos encontrarnos con un individuo que no haya manifestado nunca un comportamiento machista, ni violento, pero el asesinato de su familia denota una mentalidad de propiedad hacia mujer e hijos que está muy enraizada con casos más claros de agresiones machistas.
En cualquier caso, nos encontramos con hombres perturbados, cuyos actos no pueden bajo ningún pretexto justificarse. Las deudas? Anda por ahí! Y en el caso de Nagore, simplemente, no hay palabras.

SOPHIE dijo...

JUNE... BUENISIMO EL BLOG... Nos mantenemos en contacto...

un abrazo libertario

sophie

www.haziendolarevoluzion.blogspot.com