sábado, noviembre 22, 2008

Pornografía infantil NO


He tardado en escribir este post porque no sabía qué decir. Como nos cuenta JLuis, es difícil escribir de aquello que no somos capaces de entender. Lápices para la paz aporta datos escalofriantes. No sé si los pedófilos son el resultado del egoísmo elevado al cubo de unas mentes enfermas o adultos maltratadores que fueron niños maltratados. "Le reprocho a la vida que detrás de cada niño no haya un ángel insobornable", concluye Migramundo. Tal vez sea una mezcla de los dos.

Ante el mismo trauma, hay quien logra superarlo o sobrevive como puede, y hay quien se convierte en una persona oscura y perversa. ¿Qué margen de libertad hay para elegir una vía u otra? ¿Debemos compadecernos porque están enfermos u odiarlos por el mal imperdonable que hacen? Supongo que no existe una respuesta fácil. Sin embargo, hay algo que me sorprende. ¿Cómo es que la mayoría son hombres? ¿No tendrá algo que ver el modelo de masculinidad hegemónico vigente y las formas de vivir la sexualidad que éste impone? Esto que acabo de decir no supone justificar nada, ojo. Decir que la violencia machista es un problema que surge de ese modelo no supone, ni mucho menos, justificar a los maltratadores.

Los promotores de este tipo de campañas nos animan a inundar la blogosfera de los términos que los pedófilos usan para llegar a imágenes pornográficas. Si escribimos esas palabras, podrán actuar como cebo para que, en vez de encontrar lo que buscan, topen con un grito contundentes Así que yo también digo:

No a la pornografía infantil. No angels, no lolitas, no boylover, no preteens, no girllover, no childlover, no pedoboy, no fetishboy, no feet boy. NO

3 comentarios:

chicoutimi dijo...

Estoy contigo, June. No sé si puedo pensar en otro hecho que me provoque tanta repugnancia como el abuso a los niños.
Y, sin meterme en explicaciones espinosas, también me parece muy indicativo que la gran mayoría sean hombres. Eso significa algo, sea lo que sea, y se debería analizar.

Ander Izagirre dijo...

Me alegra ver cómo se ha extendido la campaña. A pesar de las insidias de algunos críticos mezquinos, era necesario sacudir un poco este asunto en la blogosfera.

NáN dijo...

Es terrible, June. Y creo que has acertado en que está unido al machismo como sensación de poder sobre otro cuerpo. En este caso, exacerbado, agravado.

Cuando hablamos de pedofilia hablamos de niñas y niños indefensos y de quien se aprovecha de esa indefensión, para alquilarlos por beneficio económico y para pagar ese alquiler.

Machismo y un mundo en su mayoría pobre. Vaya combinación.

Digamos no con fuerza: pero no solo al abuso sexual, también a la esclavitud laboral de esos niños en las fábricas que fabrican lo que tan contentos compramos porque es algo más barato.