Blossom

Quienes me conocéis ya sabéis que soy una nostálgica incurable y que me encanta recordar y volver a ver los programas televisivos que formaron parte de mi vida. Hoy he visto una de las series de mi infancia (pubertad más bien, pero no me gusta la palabra): Blossom. ¿No era maravillosa esa chica algo listilla, nariguda, excéntrica, que se ponía sombreros imposibles y petos vaqueros enormes entre otras otras prendas noventeras que ahora nos horrorizan? Permitidme una frivolidad: Ver esa serie tendría que ser obligatorio en el colegio.

Con esta chorrada quiero decir algo más serio. Desconozco las audiencias de esta serie ahora que la repone La2 y seguro que son mínimas pero creo que esta serie es muy educativa porque se aleja de los mensajes con los que las series actuales bombardean a los adolescentes. Mi madre era casi más apasionada de Blossom que yo. Me la ponía de ejemplo para todo porque trasmitía valores muy importantes y muy perdidos en la adolescencia. En una edad caracterizada por la inseguridad y el intento de destacar lo menos posible para no ser rechazada, Blossom se atreve a ser diferente y original; tiene personalidad y carácter; no se preocupa demasiado por el físico y resulta atractiva sin reunir los cánones de belleza; es estudiosa y culta sin miedo a ser tachada de empollona...

Por tanto, padres y madres del mundo, dar a conocer a vuestros hijos esta maravillosa serie que además es desternillante y ningún personaje tiene desperdicio. Y espero que quienes seáis de mi generación compartáis conmigo los recuerdos que os trae esta serie y, si no ha formado parte de vuestra infancia o adolescencia, animaros a verla. Se emite a las 20.20 en La2.