domingo, mayo 31, 2009

Ablación


Lo que sabemos en Europa de la mutilación genital femenina es básicamente lo que nos cuenta este reportaje. En muchos países africanos, a las mujeres se les obliga a someterse a la ablación, una operación de extirpación del clítoris (o incluso de los labios menores y sutura de la vagina) que les provoca graves problemas de salud y les priva del placer genital. Una aberración, una barbarie, un crimen contra los derechos humanos y de la infacia que hay que combatir sea como sea.

Las ONG entran con ese mensaje en la África negra como un elefante en una cacharrería. Su visión eurocentrista y prepotente raramente convence ni a Gobiernos ni a madres convencidas de que la ablación es lo mejor para su hija. No convence porque no se les ofrece ninguna alternativa sino que se les censura. Los blancos deciden que sus tradiciones centenarias van contra los derechos humanos. Y punto. No hay más que hablar.

Frente a ese planteamiento, este fin de semana he conocido otro que encuentro infinítamente más razonable y efectivo. Asistí a un curso de la antropóloga Adriana Kaplan, investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona. Lo primero que me convenció es que se nota que ha vivido una inmersión real en el África negra. Incluso habla el mandinga. Pero lo que más me sorprendió fue descubrir todo el contexto que rodea a la práctica de la ablación. No es que cuando te toca van y te cortan y cosen. Forma parte de un rito de iniciación mucho más amplio que es necesario conocer para combatir con éxito esta lacra.

Según nos contó, al menos en Gambia, donde ella más ha trabajado, los niños y niñas son separados antes de la pubertad para el rito de iniciación. Durante la primera fase, a ellos se les practica la circuncisión y a ellas la ablación. A la operación le sigue una segunda fase de segregación: permanecen apartadas en unas chabolas hasta que a todas se les cicatrizan las heridas. Ese periodo tiene un objetivo cultural, ya que es cuando las mujeres de la comunidad transmiten a las niñas lo que tienen que saber sobre el ser mujer, la maternidad, las relaciones con los hombres, el cuidado de la familia... El tercer paso es el regreso al poblado, que se celebra con una fiesta cuyo objetivo es social: reconocer a la niña como parte de la comunidad. Las niñas recuerdan esa fiesta con sentimientos encontrados. Por un lado, su memoria retiene lo bonito: el jolgorio, la buena comida, los bailes... Por otro, queda más o menos escondido en el subconsciente el trauma de la mutilación.

Partiendo del conocimiento de ese proceso, muy importante para dichas comunidades, Kaplan propone mantener el rito de iniciación eliminando la primera fase, en la que se acomete la ablación. Así, la comunidad sólo renunciaría a la parte física del rito, manteniendo su función cultural y social. Ese enfoque ha convencido al Gobierno de Gambia, como se explica en este reportaje. Las claves del éxito, nos explicó Kaplan, fueron las siguientes: Por una parte, la vicepresidenta de Gambia consideró que su propuesta tenía "una mirada africana" y que había mucha dulzura en ella. Es decir, en vez de tachar la práctica de cruel y bárbara, se muestra la importancia sociocultural del rito y queda claro que las madres permiten que sus hijas sean intervenidas por amor, por pensar que es lo mejor para ellas. Pero sobre todo, la clave del éxito está en no limitarse a cuestionar, sino ofrecer una alternativa respetuosa con sus tradiciones.

Además, yo salí del curso convencida en que el rito de iniciación puede ser una oportunidad. Probablemente ahora sirva para trasmitir los valores patriarcales, pero creo que es mejor transformarlo que hacerlo desaparecer. Transformarlo eliminando esos elementos negativos pero manteniendo los positivos: un espacio de mujeres en los que aprender a cuidarse y a cuidar, a conocerse a una misma, a labrar la solidaridad y complicidad femenina, el respeto a las mayores....

La de la imagen es Adriana Kaplan.

miércoles, mayo 27, 2009

Historias de la puta ETA

Nos dice hoy el gran Enric González que "Ejercer la maldad en serio, en plan profesional, no es tan fácil como puede pensarse". Y pone como ejemplo a ETA: "Después de tantas víctimas y tanto esfuerzo contaban con un logo reconocible (la culebrilla y tal), una imagen palurda pero impactante (caperuza y txapela) y una tradición que pocas bandas terroristas han llegado a alcanzar. ¿Vieron la entrevista en Gara? ¿Vieron el "logotipo del cincuentenario"? Ellos parecen el madelman terrorista. El logo podría ser el de una pastelería. ¿Qué harán ahora? ¿Llaveritos del cincuentenario? Una lástima. Y una prueba más de que el mal está siempre a un paso del ridículo".

Yo no he visto el logotipo, así que os agradeceré si pasáis por aquí un enlace a una imagen en la que se vea. En cualquier caso, esa patética banda de matones que inexplicablemente sigue convenciendo a un buen número de vascos y vascas nos lo está poniendo bien fácil para cachondearnos de ella. Creo que después de tantos años de miedo a expresarnos, de sentir impotencia de asistir a expresiones apologistas impunes, de caminar entre fotos de asesinos, de sufrir en las fiestas de los pueblos los mítines violentos de cierta cantante, y las voces de sus borregos seguidores convirtiendo un clásico del rock español en una oda al terror... Decía que después de todo eso, reirnos de esa gente me parece del todo terapéutico. Si no puedes con el enemigo, ríete de él. Ojalá que a cada chiste el fantasma se haga más pequeñito.

Mi personaje preferido es Alex Uriarte, jefe de comando profesor en un instituto de...¡¡¡¡ÉTICA!!!! Pero eso no es lo mejor: EL CORREO nos contó en su día que estaba "matriculado en un curso de post-grado en la Universidad del País Vasco sobre Historia Contemporánea y tenía intención de realizar una tesis sobre la Transición y ETA". Y ahora viene lo mejor: "El Ministerio de Educación ya le había concedido una beca para realizar un máster". ¡¡¡Un etarra pidiendo una beca al ministerio español!!! ¿Cómo es posible? ¿Es un ejemplo de las contradicciones de un fanático o una forma nueva de extorsionar al enemigo? Alucinante.

Pero ayer ETA nos volvió a sorprender con su ineptitud: la policía francesa detuvo a un presunto terrorista que ¡conducía borracho y armado! El Intermedio, de Wyoming, no dejó escapar la ocasión para parodiar la noticia proponiendo a Paris Hilton como nueva integrante de la banda, gracias a sus antecedentes por conducir ebria. Pero lo mejor fue la nueva entrega de Umor se escribe con U, en la que la gran Usun Yoon (mi cómica preferida con mucho), cigarro en mano, imitando a Eugenio, se volvió a lucir contando chistes sobre ETA. Pinchad el enlace, merece la pena.

viernes, mayo 22, 2009

¿Yo Barbie y tú campeón? No. No vale.


Este cartel que véis corresponde a una campaña profunda e injustificablemente sexista del centro comercial vizcaíno Max Center. Atención no sólo a los rígidos roles que propone cumplir, los juegos, las ropas, sino incluso a las posturas: la niña posa a cámara estática, con las piernas cerraditas, mientras que el niño juega feliz, abstraido, sin hacer caso a la mirada ajena. No hay que tener mucha formación en género ni mucha capacidad de interpretar imágenes para entender que esta campaña propone a las niñas ser Barbies centradas en agradar, y a los niños valientes campeones obsesionados con ser números uno.

Animada por Queer Ekintza, mandé un e-mail a Max Center expresando mi indignación por la campaña y recordándoles que promover la coeducación es una de las claves para avanzar hacia una sociedad igualitaria y prevenir manifestaciones extremas del machismo como la violencia contra las mujeres. Les hablaba también de cómo limita la felicidad y el desarrollo personal de las criaturas mostrarles modelos tan rígidos y segregados. Terminaba instándoles a que retiraran la campaña, lanzaran en el futuro iniciativas coeducativas y les advertía que de lo contrario no volvería a pisar el centro y animaría a la gente de mi entorno a que lo boicotearan.

Me ha contestado el director, haciendo gala de un cinismo predecible por otra parte:

"Bajo ningún concepto hemos querido que la campaña causara incomodidad a nadie, pero si ello fuera así, lo primero que nos gustaría trasladar son nuestras más sinceras disculpas a quienes se hayan podido sentir molestos. La intención de la campaña es justo lo contrario, fomentar el juego y participación entre los más pequeños de la comunidad de Bizkaia, para que aprendan, compartan y disfruten con unos juegos que son considerados de forma intemporal y por varias generaciones como líderes del mercado.

Por ello, tomamos nota de su punto de vista y trabajaremos para que en futuras acciones y campañas de publicidad el objetivo quede más claro. Nuestro objetivo con esta campaña era realizar un evento atractivo para toda la familia y destacar que el evento del centro comercial ha sido totalmente abierto a cualquier niño o niña, independientemente de su sexo, dándoles la oportunidad de participar libremente en las actividades que más les gusten. Por supuesto, todas las áreas han estado disponibles indistintamente para todos los niños y niñas". Vaya, faltaría más que le prohibieran a una niña jugar con los Hot Wheels. Respecto al niño que ose jugar con una Barbie, ya le llamarán maricón explícita o indirectamente hasta que se les quite las ganas.

Por último, me invita a visitar el centro para que él mismo me explique con detenimiento y personalmente los ejes de su política de responsabilidad social corporativa. Bueno, al menos se agradece el empeño que le ponen a no perder clientela. A mí ya me habían perdido desde hace tiempo, desde que me propuse no alimentar el modelo insostenible de los centros comerciales, así que puede estar tranquilo.

En fin, en realidad lo de Max Center es la norma, lo que vemos en los anuncios de la tele, en la ridicula publicidad de muñecas vestidas de rosa que hacen popó, en los padres llevando a sus hijos a ver Pressing Catch (les recomendaría mejor El luchador, con Micky Rourke)... Es habitual el argumento de que son las criaturas las que eligen libremente con qué jugar, pero con ese bombardeo es imposible hablar de libertad. En fin, os dejo con un cartel de Queer Ekintza y la Asamblea de Mujeres de Bizkaia que parodia el original.

lunes, mayo 18, 2009

Benedetti


Hoy me he despertado con la muerte de Mario Benedetti. ¿Qué escribir de un escritor tan grande? Da pudor, porque siento que toda palabra que teclée a fin de homenajear al genio de las letras uruguayo sonará burda, mediocre o impostada. Pero me lo pide el cuerpo.

Otra cosa que me suele dar repelús (me pasó con Antonio Vega) es que cuando un artista muere de repente no es poca la gente empeñada en demostrar que conoce su obra de pé a pá. Yo seré sincera: devoré los Cuentos y La Tregua pero no he leído su poesía (ya sabéis que no disfrutar todo lo que me gustaría con la poesía es una de mis limitaciones, que espero superar pronto).

Sin embargo, ésta ha estado presente en uno de los momentos más importantes de mi vida: hace un año y medio, cuando encontré a Tomara. "Compañera, usted sabe que puede contar conmigo". "Tus manos son mi caricia/mis acordes cotidianos/ te quiero porque tus manos trabajan por la justicia/ Si te quiero es porque sos/ mi amor, mi cómplice y todo/ Y en la calle codo a codo/ somos mucho más que dos". Fueron algunos de los versos que compartimos mientras nos íbamos enamorando. Como tantos y tantos amantes, por otra parte.

En estas ocasiones florecen los tópicos, pero me resulta inevitable caer en uno, en el que todos encontramos consuelo: el artista queda inmortalizado a través de su obra. Benedetti vive no sólo cada vez que alguien le lee, sino en las historias de todas esas personas que alguna vez recurrimos a sus versos para expresar sentimientos o nos encontramos con ellos en episodios que marcaron un antes y un después en nuestras biografías.

Os dejo con uno de sus últimos poemas:

Cerrar los ojos

Cerremos estos ojos para entrar al misterio

el que acude con gozos y desdichas

así

en esta noche provocada

crearemos por fin nuestras propias estrellas

y nuestra hermosa colección de sueños

el pobre mundo seguirá rodando

lejos de nuestros párpados caídos

habrá hurtos abusos fechorías

o sea el espantoso ritmo de las cosas

allá en la calle seguirán los mismos

escaparates de las tentaciones

ah pero nuestros ojos tapados piensan sienten

lo que no pensaron ni sintieron antes

si pasado mañana los abrimos

el corazón acaso se encabrite

así hasta que los párpados

se nos caigan de nuevo

y volvamos al pacto de lo oscuro


miércoles, mayo 13, 2009

Ibarretxe se va... ¡Pero nos queda el Athletic!


Es la única explicación que le encuentro a la locura que ha desatado la final de la copa entre el Athletic y el Barcelona que se celebra hoy. Cierto es que la afición rojiblanca es de las más famosas del Estado español y que trata de cumplir las expectativas que crea el apodo de "los leones", pero la locura que estamos viviendo no se explica sin ligarla a la coyuntura política. Como quien se queda daltónica, a mí me parece que ya sólo distingo el rojo y el blanco. Para quien crea que exagero, que eche un vistazo a las fotos que muestan cómo las banderitas han cubierto todo Bilbao: monumentos, edificios insignes, las Siete Calles... Y que lea el reportaje titulado "Bilbao se prepara para la locura" que publica hoy Sergio López en EL PAÍS.

Desde la semana pasada, tenemos a un no nacionalista en Ajuria Enea. Ha sido el cambio político más importante de nuestro paisito pero aquí no ha pasado nada. Que se sepa, nadie se ha suicidado, no ha habido ningún terremoto y ni siquiera ETA ha conseguido manchar de sangre el acontecimiento.

Ibarretxe se ha retirado, no sin antes hacer prometer a su partido que siga liderando el país desde las diputaciones y ayuntamientos. Es sólo una muestra más de las afirmaciones con regusto fascista que llevan haciendo esos políticos enfermos de poder. La verdad es que me han decepcionado y apenado, porque creo que con un PNV sensato se podría haber fraguado un pacto más transversal y evitado el del PSE-PP, que deja a casi toda la ciudadanía con mal sabor de boca. Me ha decepcionado también Aintzane Ezenarro, de Aralar, hablando de "desembarco de la armada española. Esperaba mucho más del valiente partido que osó desligarse de la izquierda abertzale oficial.

Bueno, no han faltado los despropósitos entre la clase política, pero yo al menos no he visto un ápice de emoción en las calles, ni entre quienes deseaban el cambio ni entre quienes se llevaban las manos a la cabeza al imaginar esa posibilidad. La semana pasada andaba yo diciendo: "¡Pero si se habla más del partido del Athletic que del nuevo Gobierno!" Y hablando con más gente, hemos caido en la cuenta que tal vez la final de la Copa sea la manera que la gente ha encontrado de canalizar las emociones encontradas por el cambio de Gobierno.

Quienes consideraban sagrado al PNV, se agarran al Athletic. Como pierda el Athletic, sólo nos quedará la BBK como gran icono (Eroski ya es medio español). Quienes son tachados de españoles, podrán demostrar su vasquismo exhibiendo su furia rojiblanca. Y quienes temen que la fractura crezca, verán cómo por un día un equipo de fútbol cohesiona a la sociedad vasca. No me digáis que es sólo fútbol porque bien sabemos que, cuando se trata del Athletic, nunca es sólo fútbol. Yo, por mi parte, cerraré las persianas e intentaré abstraerme del mundo. Y venga, qué leches, no voy a ser aguafiestas. Todo sea por evitar una oleada de depresión colectiva: Zorte on, Athletic!!!!! (Aurrera aurrera Athletic, hilarilarie, hemen egongo gara irabazi arte! ¡Mierda, me han contagiado!)

domingo, mayo 03, 2009

El chiringuito


EL PAÍS de hoy me ha dejado anonadada. Después de asistir a un despliegue de cinismo en la sección de la defensora del lector, en el que los responsables de la publicación de la fotografía de Carla Bruni y Letizia Ortiz subiendo las escaleras de espaldas nos vienen a decir que quienes vemos básicamente dos culos tenemos "la mirada sucia", encuentro un desconcertante reportaje.

Bajo el título "Save the chiringuito", el larguísimo texto relata la unidad del pueblo andaluz en torno a una curiosa causa: defender la supervivencia de los chiringuitos, seña de identidad de Andalucía, frente a la Ley de Costas que vulneran. Más que en criterios económicos o turísticos, se basan en declarar a los chiringuitos poco menos que patrimonio universal de la humanidad. No falta, como no podía ser de otra manera, un despiece con declaraciones de Georgie Dann. ¿Qué os parece? Yo estoy tan estupefacta que por el momento no voy a opinar.

Más estupefacta me ha dejado aún que esta semana haya desaparecido la columna de Enric González. Para quien no la conociera, se publicaba entre semana en las páginas de Televisión y era la única parte de EL PAÍS que no me perdía nunca. Os invito a que pongáis su nombre en el buscador y le leáis. Enric toma (o tomaba, ya no sé) como pretexto cualquier hecho relacionado con la televisión, pero siempre lo aprovecha (o aprovechaba) para meter muchísima caña política. Me encanta.

No sé si es conveniente en mi caso hablar abiertamente de las causas. Mejor que os lo cuente Ignacio Escolar. Así no pronuncio la palabra prohibida. Yo no sé lo que pasará el lunes. Si Enric vuelve, me alegraré de poder seguir leyéndole. Siempre que no se deje amilanar, por mucho que le censuren (huy, se me ha escapado). Si no vuelve, me lo tomaré como una lección de dignidad periodística. Pero le echaré mucho de menos.

viernes, mayo 01, 2009

Del Duque a Yure


Hablaba el otro día del fenómeno fan y esta semana me tiene más intrigada aún. He estado enganchada a Fama 2 (a estas alturas no me voy a justificar) entre otras cosas porque me pone una de sus concursantes, Yure. Para quien no lo sepa, sobrevivió a 10 nominaciones y se fue convirtiendo en una atípica estrella mediática. Entró con su estética de rapera bollera (os conté el comentario de Paula Vázquez preguntándose porqué vestía de marimacho), los profesores se empeñaron en plan heterosexista en sacar su lado femenino (vistiéndola ridícula con minifalda, tacones y pintalabios rojo) y al final uno de ellos, Rafa Méndez, se dio cuenta de que la clave no es convertirla en lo que no es sino sacar partido a su atractivo natural, explotando esa mezcla de feminidad y masculinidad que la hace sexy.

Y la convirtió en la diva de sus coreografías: una de tributo a Madonna en la que tres chicas la seducían, y otra en la que interpreta a una drag queen tribal extraña que acaba haciendo un amago de trío con una chica y un chico. Hasta ahí la cosa no me resultaba tan rara: el público la salvaba probablemente porque se suele solidarizar con las eternas nominadas y un profesor disfrutaba jugando con la ambigüedad sexual que veía en ella. Así Yure llegó a la final.

El martes pasado, en la primera parte de la final, volvieron a realizar la coreografía de tributo a Madonna y si véis el video de más arriba, el momento en el que más gritan las 9.000 personas (la mayoría chicas jóvenes) que asistieron a la gala no fue cuando los dos guaperas del programa se quitan la camiseta, no. Fue cuando Yure se empezó a besar con otra bailarina. Y casi gana el programa; quedó segunda. Por delante de chicas que bailan mucho mejor que ella y por delante de los tíos buenos que hacen desmayarse a las adolescentes. Me intriga. ¿Es que el rollo bollo está de moda? ¿Es que ahora las adolescentes reconocen abiertamente que les pone una tía de la tele? ¿Es sólo una cuestión estética o referentes mediáticos como Yure les están ayudando a salirse de la heteronormatividad?

No digo que la homofobia vaya a desaparecer de un plumazo, ni que vaya a haber una ola de lesbianismo adolescente. Pero una activista queer me dijo hace poco que no se trata de defender el lesbianismo como algo bueno en sí mismo, mejor que otras etiquetas (todas ellas construidas socialmente). Se trata, sostenía, de defender el lesbianismo como opción para toda mujer. Se trata de que una adolescente a la que le han enseñado a soñar con el príncipe azul que la salvará, sepa que esa no es la única posibilidad. Si entiende que esa no es la única posibilidad, descubrirá de golpe y porrazo miles.

Y eso le llevará a pensar que es ella la que elige, la que construye su camino. Que es ella la que a través de esas elecciones se proporcionará placer y felicidad. Que no se trata de esperar al hombre que le hará sentir, no se trata de ser objeto de deseo esperando a ser seleccionado, sino pasar a ser sujeto, a explorar por sí misma, desde sí misma, cómo y con quién disfrutar y crecer. Si entiende que puede elegir, se sabrá libre y autónoma. Si Fama y Yure han servido aunque sólo sea un poquito para eso, me parece algo a celebrar.