viernes, marzo 23, 2007

La maravillosa vida de los autónomos



Que me perdonen con esta entrada los becarios, los parados, los trabajadores realmente precarios, quienes no tienen contrato y un largo etcétera cuya situación es mucho peor que la mía. Sin embargo, y no es que me queje ya que mi situación ha superado con creces las expectativas que tenía al licenciarme, me siento obligada a hablar de una realidad que no nos cuentan en la facultad: la de las y los autónomos.

A un autónomo le deducen de cada factura un IRPF similar al del resto de trabajadores. A mí, por ejemplo, me quitan el 7% porque llevo menos de tres años dada de alta en Autónomos, pero cuando pase ese periodo me retendrán el 15%. Por si eso no fuera poco, cada mes pagamos 240 euros como mínimo (en mi caso 170 por ser menor de treinta años)por ser autónomos. Es decir, a una persona mileurista se le va una cuarta parte del sueldo en pagar a Autónomos. Esa contribución es compensada con unas prestaciones sociales prácticamente nulas: tan sólo permite jubilarse y pedir bajas (no de cualquier tipo pero no conozco muy bien cuáles). No tenemos vacaciones (bueno, sí, todas las que queramos pero sin sueldo)ni derecho a subsidio de paro. Por no hablar de la abusiva cantidad de dinero que hay que pagar a un asesor fiscal, una figura no imprescindible pero sí recomendable de cara a resolver dudas, hacer un papeleo interminable, presentar cada tres meses todas las facturas para desgravar... Pues al mío le pago 180 euros al trimestre. Y es una obviedad destacar que luego nadie garantiza que la declaración de la renta no dé a pagar.

¿Qué explicación lógica puede tener que con la misma retención y pagando una cuota mensual realmente elevada los autónomos tengamos todavía menos prestaciones sociales? La única que se me ocurre es que, como somos nosotros quienes hemos decidido trabajar por cuenta propia, tenemos que pagar un plus por ello.

Sería coherente si no fuera porque es mentira. En periodismo los llamados freelance son minoritarios en el colectivo de autónomos. La mayoría somos quienes automáticamente, y sin darnos otra opción, se nos contrata en ese régimen. Al menos en los periódicos y otro tipo de medios que conozco, apenas el 25% está en plantilla. El resto son los llamados colaboradores.

El concepto de colaborador puede hacer pensar que supone una ventaja porque una no está atada contractualmente a nadie y puede trabajar en todos los medios que quiera. Pues ahí tenemos otra trampa. Porque el medio que contrata tus servicios como autónoma supone una dedicación de, en mi caso, pongamos un 80% de la jornada laboral. Esto significa que para tener otro trabajo, tendría que encontrar uno que sólo me exiga el 20% restante de dedicación. Algo realmente difícil y que yo, porque soy una chica con suerte, tengo.

Al menos hablan de un estatuto del autónomo que permitirá coger vacaciones pagadas y cobrar paro si el trabajo perdido suponía más del 70% de los ingresos totales. Claro que para beneficiarse de esas reformas habrá que pagar mucho más al mes. Así andamos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Son los inconvenientes de trabajar por vocación... Tienes la pésima suerte de que aquello que te gusta está asi de mal pagado. Mira el lado bueno, al menos haces aquello que realmente te gusta.
Un besin

Anónimo dijo...

Sí, soy pobre (con permiso de los verdaderos pobres) pero feliz y realizada. Y aunque pueda sonar a sarcasmo no lo es.

Anónimo dijo...

interesante articulo de opinion, la verdad que me ha dado que pensar.

Masculino Plural dijo...

Totalmente de acuerdo con Txus: al menos trabajas en lo que te gusta. Y eso, hoy día es un verdadero lujo.
Yo (JC), me licencié en Derecho (muy a mi pesa, como ya sabes...), pero después de llamer a muchas puertas, conseguí entrar de pasante en un bufete en el que me daban unas "perras" que no me cubrían (al principio) ni para el abono mensual de transporte, cuando vivía en Madrid. A eso le tenía que sumar la sesorbitada cantidad que tenía que pagar al Colegio de Abogad@s para poder ejercer y pertenecer a la Mutualidad de la Abogacía. Pero mi dedicación era del 100 %, siempre estudiando los cambios en la legislación para reciclarme... Y encima, lo poquito que ganaba, también tenía que declararlo a Hacienda... En mi caso la suerte fue contar con el apoyo económico de mis padres; de lo contrario, no hubiera sobrevivido en Madrid.

Con el tiempo me busqué la vida en proyectos de desarrollo e integración para colectivos en riesgo de exclusión y de ahí el salto a la Administración como Agente de Desarrollo Local.Ahí sí tuve la suerte de trabajar en lo que me gustaba, aunque me costó mucho trabajo y esfuerzo.

muy buena entrada, aunque olvidaste decir que l@s autónom@s tampoco tienen pagas extraordinarias...

Muchos besos

JM y JC

Anónimo dijo...

Como decía, no es que me queje porque he tenido una suerte enorme y este trabajo supera con creces todas mis expectativas. Desde luego que todo el mundo empieza desde abajo (yo también desde mucho más abajo que mi trabajo actual) así que, por si se ha interpretado así, no era mi intención contar penurias porque no existen.

Se me ha olvidado mencionar las pagas extraordinarias y también que en los meses que no hay trabajo (en mi caso verano, Navidad y Semana Santa) apenas trabajo y por tanto apenas cobro. Por lo tanto, mi sueldo mensual es una cantidad nada despreciable pero el anual ya es otra cosa.

Me alegro mucho de que trabajes en lo que te gusta. Supongo que una persona valiosa lo puede conseguir aunque no empiece de donde le gustaría (digo por lo de la carrera).

Por cierto, JC, la semana pasada publiqué un reportaje sobre la situación de los licenciados en derecho así que he podido conocer esa realidad. En Euskadi hay paro cero para los juristas pero la práctica jurídica vale 12000 euros y los primeros trabajos son prácticas interminables o pasantías sin cobrar ni un duro.

Anónimo dijo...

Vuelvo a pasar por aqui...

Nada mas terminar la carrera me ofrecieron ser corresponsal pero siendo autonoma, me nege: me suponia bastante trabajo, no tan bien pagado para todo el curro que me pedian, encima teniendo que pagar las cuotas por ser autonoma y todo lo que tu muy bien explicas. También me heche atras por desconocer las condiciones de los autonomos En la carrera falta una asignatura que sea algo asi como "Mundo laboral, opcciones y condiciones".

Ahora colaboro con varios medios y hago sustuticiones en otro, pero no es que de para mucho la verdad. Pero para llegar más alto hay que empezar por abajo y lo más importante, tener paciencia y saber esperar, aunque todo tiene un limite.