El pasado lunes se debatía en el programa de las mañanas de RNE sobre una cuestión muy interesante: qué efecto tiene sobre el problema de la violencia contra las mujeres que los medios de comunicación informen sobre ello. Algunas personas consideraban fundamental el papel de los medios de comunicación para concienciar a la sociedad de la gravedad del problema. Por otra parte, una oyente planteaba que las noticias sobre asesinatos de mujeres pueden producir otros crímenes como réplica. Consideraba que hace unos años ocurría lo mismo con los suicidios: cada vez que se daba una noticia sobre uno ocurría otro. Por ello, sugería que se dejara de informar sobre este problema para evitar "dar ideas" a otros hombres violentos.
Yo creo que el papel del periodismo es fundamental para sensibilizar a la sociedad y denunciar estas atrocidades, pero comparto con esa oyente que a veces el tratamiento que se da a estas noticias es contraproducente. Especialmente, incluir noticias de asesinatos de mujeres en programas sensacionalistas como Gente, utilizar eufemismos y términos abstractos como "violencia de género" (¿qué género?) o no informar sobre la sentencia, ya que es fundamental que sea público que estos asesinatos son castigados con severidad.
«Nuestra lengua es nuestra vida», de Alba Eiragi
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3 Poemas y 1 historia sagrada de Alba Eiragi
1 comentario:
A mí me parece impecable lo que dices y no procede que los periodistas acallemos esas noticias, porque lo son, son noticias muy importantes, además. Durante años la violencia doméstica ha sido algo que se comía dentro del hogar, que se ocultaba, que no se trataba como lo que era, a veces un asesinato, sino como algo privado de la familia. Durante años no se investigó ni se castigó a quienes mataban o golpeaban a sus esposas.
Hace 20 años los médicos que trataban a las víctimas no daban cuenta de ello a las autoridades, no hacían informes. Y así hemos llegado al punto en que estamos.
Estamos mejorando, aunque el enfermo todavía no lo perciba.
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