Hoy viajo al pasado...

...con Caribbean Blue de Enya. Esta es la recomendación musical más personal, más íntima, que os he hecho hasta el momento. Es un tema recurrente en mi vida que según en qué momento me ha hecho sentir cosas opuestas.

Cuando de pequeña no podía dormir, mi madre me ponía una cinta de la reina del new age con la certeza de que me relajaría. No solía pasar, porque la mayoría de canciones me ponían más nerviosa aún con tanta voz de ultratumba y órganos extraños y la única que me gustaba, Caribbean Blue, me dejaba tan absorta por su belleza que me despertaba más aún. Cuando me fui de casa con 17 años, el cd de Enya(que lógicamente sustituyó )fue uno de los que me llevé a escondidas. No fue muy buena idea porque en los peores momentos recordaba a mi madre arropándome con mimo al son de esa melodía. Un año después, se me ocurrió que sería la banda sonora perfecta para un programa de radio que teníamos que grabar en la universidad. Pero el noviete de la universidad que me rompió el corazón (del que más me costó olvidarme) declaró que se trataba de su canción preferida así que hasta que no cicatrizó la herida no pude escucharla sin sentir un profundo dolor.

Hoy todos esos sentimientos no estropean esta joya musical sino que la enriquecen, la llenan de significado y me hacen recordar que la vida es cíclica, que todo pasa porque tiene que pasar y todas esas teorías new age que tan bien encajan con la canción.